Crisis económica

El FMI sugiere que España haya ido demasiado lejos en el ajuste

El FMI prevé que España incumpla los objetivos de déficit en 2012 y 2013

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó en su informe fiscal que España reducirá el déficit en 2012 al 6 por ciento, y en 2013 al 5,7 por ciento, en ambos años por encima de las previsiones del Gobierno español pactadas con la Unión Europea.


El informe fiscal del FMI presentado confirma que la institución espera que España no alcance su objetivo de déficit del 5,3 por ciento en 2012 y pronostica que el desequilibrio se situará en el 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), después de que en 2011 llegara al el 8,5 por ciento.


En 2013, España conseguiría reducir el déficit fiscal en tres décimas, hasta el 5,7 por ciento, lo que supone un déficit muy por encima del 3 por ciento que prevé el Gobierno y al que se ha comprometido con la Comisión Europea.


El FMI menciona en su análisis el plan presupuestario del Gobierno español para 2012, que complementa las medidas de consolidación fiscal de finales de 2011, y tiene en cuenta el objetivo del 5,3 por ciento de déficit propuesto por Madrid.


Pese a que el Fondo considera las medidas de consolidación fiscal "apropiadas", opina de manera escueta en el informe que hubiese sido preferible que fueran "ligeramente" más moderadas.


"El nuevo objetivo de déficit comprensiblemente tiene como objetivo una muy amplia consolidación y es en general apropiado, aunque un ajuste ligeramente más moderado, que se acomodase al desarrollo cíclico, habría sido preferible", indica el FMI.


En la anterior proyección sobre el déficit español, el FMI consideraba que en 2012 se situaría en el 6,8 por ciento y en 2013 bajaría hasta el 6,3 por ciento.


En el informe fiscal publicado hoy el FMI insiste en que la continuación de las medidas de consolidación fiscal en los países desarrollados mantendrá los déficit fiscales de las economías ricas en descenso hasta 2013.


No obstante, el organismo subraya que muchos países se han visto obligados a tomar medidas de recorte en "un contexto de severa presión de los mercados", al tiempo que expresa su preocupación por la posibilidad de que estos ajustes puedan afectar al crecimiento y a la actividad económica.