BURGOS 78 - CAI ZARAGOZA 80

Ya apuntan al ascenso

El CAI venció en la prórroga en Burgos y da un paso de gigante para retornar a la élite, algo que ya parece ser cosa de dos.

Phillip trata de penetrar a canasta, en el partido de ayer
Ya apuntan al ascenso
DIARIO DE BURGOS

Restaban un par de minutos de la prórroga y con todo empatado Darren Phillip erraba una bandeja facilísima. Se acercó a la mesa en la que estaba ubicada la prensa y dijo con su particular acento: "He fallado una importante". Tenía razón. Pero inmediatamente anotó dos libres y en la jugada clave del choque, con un segundo de posesión y cinco para acabar el duelo, el británico metió el 'canastón' del año. El CAI salía vivo de su prueba más exigente de aquí al final de la fase regular y dejaba claro que ya apunta al ascenso.


Esto cada vez se parece más a la campaña en la que el equipo rojillo logró el acceso a la ACB. Los aragoneses vuelven a señalar a la elite tras lograr "la victoria". Y es que vencer en Burgos era lo que debía hacer el gran favorito y el conjunto de José Luis Abós lo hizo. Sufrió ante un rival que llevaba diez alegrías seguidas (se dice pronto) y el choque se fue hasta la prórroga -una vez más frente a este adversario- pero este triunfo es el que más recuerda al obtenido en canchas como La Laguna o Alicante hace dos temporadas. Esos que dejaron claro que el CAI retornaría a la mejor liga de Europa. Este también mira en la misma dirección.


Y eso que de nada sirve ofrecer tu mejor cara si ese esfuerzo no tiene continuidad. Es de perogrullo, pero a los rojillos parece que hay que recordárselo. La cita en Burgos era "el día", y por eso los hombres de Abós salieron muy metidos en el encuentro. Repartían el trabajo y se anotaba por dentro, por fuera, se sacaban faltas, se defendía con agresividad. Un 2-7 que se fue al 2-10 de inicio y otorgaba la mayor de las ilusiones a los aragoneses. En ese momento, el gran duelo de 'treses' altos entre Barlow y Morley era para el australiano aunque a veces se mostrara demasiado individualista.


Pero lo de esta liga ya se sabe. Dos canastas y un público que reacciona y se viene arriba y todo cambia. No fue otra cosa que eso y los burgaleses igualaron el tanteador. Ver para creer. Hasta el técnico zaragozano se vio obligado a hacer debutar rápidamente a Hettsheimeir, quien cometió dos rápidas faltas, se mostró algo lento en acciones colectivas, es decir, iba tarde, pero dejó un par de cositas de mérito.

El CAI estaba atascado y, lo peor de todo, un hombre con una mecánica de tiro que roza la perfección, Alberto Miguel, comenzó a 'enchufar' sus habituales triples. A los rojillos les faltaban ideas y trataban de anotar de fuera, pero si en León entraba todo anoche no acertaban nada de nada. Así, el Ford Burgos fue aumentando su renta. Cuando llegó a seis Abós pidió tiempo muerto. Pero tampoco hubo solución. La zona burgalesa hizo que los rojillos fueran demasiado por libre. Además, los cambios de hombre en defensa resultaban contraproducentes y los zaragozanos cometían fallos impropios del líder de la LEB. Pérdidas (hasta 12 al descanso), errores en el pase, en el bote, al grupo no se le veía como un equipo... Mala pinta y doce abajo.


Porque mientras Phillip anotaba su primera canasta a los 16 minutos, Miguel seguía con su recital. Sin embargo, los pívots rojillos enmendaron errores pasados y volvieron a igualar la contienda. Iba a tocar sufrir, se percibía, ya que apareció el temible Morley.


Los nervios afectaban a unos y otros salvo a un entonado Edu Sánchez. En el cuarto definitivo el CAI volvió a ser Jeckyl y Hyde. Lescano abanderó la escapada ayudado por Quinteros, DP, Nacho Martín o Rivero y con nueve arriba a falta de dos minutos parecía todo resuelto. Pero otra vez la mala cabeza aragonesa, errores fatales y el descomunal acierto del local Lorante desembocaron en la enésima prórroga de los de Abós.


Un tiempo extra que se puso de cara para el Burgos, pero un par de contras rápidas servían para equilibrar un partido agónico. Entonces apareció el gran Phillip. Su error no hizo más que espolearlo y a falta de cinco segundos para el final (y uno de posesión) anotó una canasta imposible que iba a dar el triunfo más importante de la campaña al CAI Zaragoza.


Una victoria que, esta vez sí, debe hacer soñar, ya que la situación es inmejorable para lograr el objetivo. Y eso que Melilla también ganó. Pero los rojillos lo hicieron donde debían.