VOLEIBOL

Teruel hace historia

El CAI Teruel engrandece su nombre: ayer logró el tercer título de campeón de la Superliga que se une a la Copa del Rey. Más de 4.300 aficionados vibraron con el tercer triunfo ante Unicaja.

El CAI Teruel celebra por todo lo alto en un abarrotado Los Planos el tercer título de la Superliga, el primer doblete del club aragonés.
Teruel hace historia
ANTONIO GARCíA

Teruel, huella del arte mudéjar, Patrimonio de la Humanidad. Teruel, viva en sus cuatro torres (Catedral, Salvador, San Martín y San Pedro). Teruel, ciudad del amor. Teruel monumental. La capital encierra muchos tesoros, pero hay uno que brilla con una intensidad capaz de tapar al astro sol: el CAI Voleibol Teruel. El club más importante de la provincia volvió ayer a revolucionar una Comunidad con otro éxito mayúsculo: el tercer título de la Superliga, conseguido de forma consecutiva ante su eterno rival, el Unicaja Almería, en un duelo extremo, vibrante, que se resolvó en un 'tie-break' de infarto (3-2). Una gesta extraordinaria, asombrosa, mágica, increíble? Un hito histórico, porque el CAI Teruel agrandó ayer aún más su nombre al unir esta tercera corona nacional a otro trofeo añorado esta temporada, la Copa del Rey. Un doblete magistral. El conjunto naranja ya puede presumir de formar parte del selecto grupo de clubes que en la larga vida de este deporte han logrado los dos trofeos en una misma campaña: Gran Canaria, Son Amar Palma, Unicaja Almería y, desde ayer, CAI Teruel. Y también puede volver a decir que la próxima campaña que Teruel será territorio 'Champions'. El último punto de Bernal, que cerraba el 'play off' de la final, llevó el éxtasis a un pabellón, Los Planos, y a una ciudad, Teruel, que anhelaba este momento, desde aquel 16 octubre en que la Liga levantó el telón. Las lágrimas no nublaron la visión de la 'catedral' del voleibol, teñida de un intenso manto naranja, más de 4.300 personas que coreaban en una sola voz «¡CAI, CAI, CAI!». Un cuadro sublime.

Es el triunfo de un club que irrumpió con humildad hace veinte años. Antonio Jiménez, socio número 1, y José Luis Torán, el 2, dieron forma a un proyecto para que los chicos que jugaban en los equipos juveniles pudieran seguir practicando este deporte que le ha catapultado a lo más alto.


El ímpetu de una junta directiva formada por estupendos amigos, apasionados del voley, que han encontrado recompensa a tanto esfuerzo. Al empeño de encontrar a gente que apostara por una idea, de convencer a las instituciones y a patrocinadores de que todo no era fruto de un impulso puntual. Aquí está su obra.

 

Trabajo y humildad


El 9 de abril de 2006, una bufanda naranja arropó al Torico. Aquel día, el CAI Voleibol Teruel lograba el primero de sus supremos éxitos, el ascenso a la máxima categoría nacional. La guinda al pastel más sabroso. La emblemática plaza guarda su tesoro más preciado, una diminuta estatua que se agiganta cuando siente el calor de una afición que ha encontrado, desde entonces, muchos motivos para abrazarle. Ayer, la hinchada acarició una vez más al Torico junto con su equipo, que en las tres temporadas le ha regalado cinco preciosos títulos -tres Superligas, una Supercopa y una Copa del Rey-, decorados con el paso por las tres competiciones continentales: Challenge Cup, Copa CEV y Champions League.

Miltcho Milanov empezó en el banquillo a dar cuerpo a un proyecto deportivo que su sucesor, Óscar Novillo, ha embellecido para delirio de un público que adelanta su fiesta mayor a mayo. Trabajo y más trabajo. Humildad. La filosofía que rige el manual del CAI Voleibol Teruel, la primera de las lecciones del cuaderno de Novillo, un entrenador ejemplar, que se ha volcado al máximo para sacar lo mejor de las tres plantillas que ha gestionado. Novillo, su mano derecha -Jorge Rodríguez-, el fisioterapeuta -Miguel Ángel Orta-, el preparador físico -Javier Peña-, el médico -Fernando Tomás-, toda la directiva, han guiado a un grupo de jugadores en una temporada muy dura y que se ha hecho eterna.


El curso 2010/2011 arrancó con nuevas caras y renovados bríos. En el ideario de objetivos, repetir las gestas pasadas. Ocho meses de entrenamientos, viajes, salvando lesiones, mordiendo el dolor. 42 partidos en casa y en Europa. «Para ganar hay que sufrir. Mucho. Ahora vemos lejano el inicio de la Liga, en la que teníamos puestas muchas ilusiones. Había que ir paso a paso para hacer realidad los sueños. Ahora sí podemos decir que hemos alcanzado la gloria, y será difícil volver a repetir lo que hemos hecho», resumía, emocionado, el presidente del club, José Luis Torán.


Cinco temporadas en la élite nacional e internacional. Cinco títulos. Un doblete. Un ciclo colosal vivido con intensidad por una afición que ha convertido el naranja en el color de moda, la marca de la ciudad. Se merece un monumento, una torre que venerar. Elegante dentro y fuera de Teruel. Apasionada. Su ardor ha lanzado al CAI Teruel de sus amores a lo más alto. Ha transformado Los Planos en el 'teatro de los sueños', un escenario fascinante, único. Un público que ayer lloró, se fundió en un eterno abrazo y proclamó, una vez más: «¡CAI Teruel, somos campeones!».