SD HUESCA

Tensión para vencer

Quique Hernández sigue aplicando su manera de entender el fútbol a la plantilla azulgrana, que siente que va mejorando su juego. Balaídos, un campo propicio.

Los hermanos Sastre, Lluís y Rafel, con gesto serio, corren para calentar antes del entrenamiento de ayer en el IES Pirámide.
Tensión para vencer
JAVIER BLASCO

Cerrar espacios para que el Celta se sienta incómodo en su casa y ser listos para volver a hacer de Balaídos una fuente de donde traerse los puntos en juego. Vigo es tierra propicia para Huesca. Al menos lo fue en las temporadas anteriores. Y en esta tampoco se quiere fallar. Además, la necesidad aprieta y los tres puntos en disputa son golosos para un Huesca que quiere salir de la zona baja de la tabla.


El equipo azulgrana volvió a tener ayer una fuerte sesión de entrenamiento. En este caso sobre la hierba del IES Pirámide. Y la consigna de Quique Hernández fue la de presionar, atosigar, 'acortar Balaídos' con las líneas de su equipo muy juntas, metiendo muchos jugadores en pocos metros y ser letales a la mínima oportunidad.


Lluís Sastre volverá previsiblemente al once inicial tras su partido de sanción que lo cumplió contra el Murcia. El balear tiene claro que el rival del sábado posee un centro del campo con suficiente calidad -De Lucas, Trashorras, Natxo Insa y Bustos- capaz de armar el taco a cualquiera por lo que es necesario cortar el grifo de la creación celtiña. Tras el entrenamiento así desglosó al rival: "Sabemos que son jugadores de mucha calidad y si juegan con espacios, jugadores como De Lucas o David (Rodríguez) te pueden marcar un gol". Sastre, Lluís, recuerda que Balaídos es un campo grande donde los jugadores con calidad, si andan sueltos, se hacen los amos del prado. Así las cosas, músculo, presión y máxima atención para evitar errores parece que es la propuesta de un Huesca, que poco a poco va encontrando su momento dulce de juego. Contra el Córdoba, en Copa, ya se empezó a vislumbrar la mejoría, hubo buenos minutos contra el Murcia y ahora hay que dar ese paso en firme que consolide su mentalización.


En este sentido, el centrocampista señala que "el equipo está con confianza. El año pasado empezamos mal, hace dos también, y ahora estamos seguros para sacar esto adelante".


Quique Hernández sigue introduciendo su libro de estilo a la plantilla. Nuevos esquemas de juego y mucho magisterio. Ayer, también. Tras calentar y empezar con un inmenso ejercicio de ocho toques por grupo con premisa de presión y búsqueda de espacio paraba el juego y no se cansaba de indicar, de corregir para que sus jugadores plasmaran sobre la hierba lo que quería. Y lo mismo hizo luego en el partidillo entremezclando titulares y suplentes. "Estamos ensayando varios sistemas y esto es bueno porque cada partido es diferente. Cada rival te complica y es bueno tener varias opciones para contrarrestar", explica Lluís Sastre, quien, como todo jugador, quiere estar siempre en el once que salta al campo, con absoluta independencia de tácticas y esquemas. "Lo que veo -añadió- es que el equipo mejora cada día". A la postre, esto es lo que luego se traduce en puntos.


Por su parte, el Celta no vive en su mejor momento de juego en Balaídos. Los resultados no le acompañan. En lo que llevamos de temporada han disputado tres partidos y no ha conseguido ninguna victoria. Tan solo ha logrado un empate, y su marcador tampoco ha registrado un gran movimiento: tres goles a favor y cinco en contra. Así las cosas y con los precedentes de las temporadas anteriores, el Huesca puede hacer más largo el camino del Celta por ganar en su casa.