REAL ZARAGOZA

"Quiero un año 2011 sin sufrimiento en el Zaragoza"

Ángel Lafita, referente aragonés en el vestuario del Zaragoza, da la bienvenida al nuevo año con el deseo de que el club vuelva a ser feliz.

Un control de Lafita.
"Quiero un año 2011 sin sufrimiento en el Zaragoza"
HERALDO

Ángel Lafita se ejercitaba ayer en la Ciudad Deportiva con la huella del catarro demoledor con el que despidió 2010. El nuevo año le trajo la salud y un cúmulo de deseos felices para el Real Zaragoza. Desoye cualquier verbo que lo sitúe lejos del club en el mercado de invierno y abre su corazón zaragocista para quien quiera asomarse a él. Esa es su principal preocupación en 2011 y su mayor esperanza: que el zaragocismo, que la gente que se ha nutrido de esos colores, como él, desde el día del nacimiento, vuelva a creer en el club y en sus jugadores. Esta es la bienvenida de año que le brinda Lafita a la afición.

 

Hagamos balance de 2010?

Bueno, un año con contrastes, con dos partes muy diferenciadas. La segunda vuelta de la temporada pasada fue muy buena para el Zaragoza, nos dio la salvación. Y, ahora, el comienzo de la actual, me recuerda bastante al año pasado. Es más de lo mismo. Pero sabemos que hay que hacer lo que entonces, reaccionar.

¿Lafita está satisfecho con Lafita?

Siempre se puede dar más, evidentemente. Pero, cuando está abajo el equipo, es muy difícil que las cosas salgan bien. No obstante, cuando se está en la situación en la que estamos, no creo que sea oportuno pensar en uno mismo. Seguro que cuando salgamos de esta, lo haremos todos mejor.

¿Cómo sería su 2011 ideal?

Sin sufrimiento. Estar cómodos, encontrar calma. Pero sobre todo sin sufrimiento. Y con tranquilidad en el alrededor del equipo, en todos los aspectos.

¿Es complicado ahora transmitir ánimo o un mensaje positivo?

Sí, pero la gente es consciente de lo que hay. El aficionado sabe muy bien cómo está el Zaragoza. Hay que darles un diez a todos ellos, de verdad. Están aguantando mucho, conocen la situación, y espero que todos, todos, porque todos estamos en el mismo barco, salgamos lo antes posible hacia adelante y pongamos al Zaragoza donde se merece.

Usted conoce demasiado bien al Zaragoza y al zaragocismo. ¿Es hora de reparar la fractura social entre la afición y el club?

Sí. Lo peor que le puede pasar a un club y a una afición es que se llegue a la indiferencia. No sé si se está llegando a ese punto, pero eso no puede pasar. Sería un error. Creo que es momento para sacar el orgullo. En momentos como este de tanta dificultad hay que sentirse orgulloso de ser zaragocista.

¿Qué razones puede hallar el aficionado para creer de nuevo en el Zaragoza y en su salvación? El año pasado, por ejemplo, el mercado de invierno fue crucial?

Somos conscientes en el equipo que van a venir tres o cuatro refuerzos. Vendrán para ayudarnos, gente nueva, pero sabemos que los que estamos somos los que vamos a estar. La mayoría seguiremos y deberemos solucionar la situación. El actual vestuario es el que debe sacar adelante esto.

¿Qué les transmite Aguirre?

Él fue futbolista y entiende a la perfección la situación en la que nos encontramos. No es agradable estar abajo, y las cosas no salen igual que si se estuviera en un momento cómodo de resultados. Nos dice precisamente eso, que saquemos resultados, que eso es lo importante ahora por encima del juego bonito y esas cosas. Ahora deben mandar las victorias.

¿Cómo se toma el vestuario que el equipo requiera reforzarse con tanta urgencia?

No estamos ni a favor ni en contra. Quien venga, vendrá a ayudar, los fichajes serán porque el club lo considere bueno y porque subirán el nivel. El año pasado nos ayudaron mucho y fueron muy importantes para la salvación.

Ha mamado zaragocismo desde que nació, se ha criado en el Real Zaragoza, ha vivido en la Ciudad Deportiva. ¿Pesa más la camiseta o quema más ese sentimiento zaragocista ante situaciones tan complicadas como la actual?

(Largo silencio). Es más responsabilidad. No es que pese más la camiseta o queme más el sentimiento. Yo, como dice, he mamado zaragocismo toda la vida. He crecido en esta casa. El Zaragoza lo es todo. Por eso es normal sentir más responsabilidad. Sé lo que significa este club.

¿Cómo se refugia ante la adversidad del presente?

No es bueno estar las 24 horas del día pensando en la situación y dándole vueltas a la cabeza. Uno se volvería loco, esto es fútbol. Pero es cierto que busco aislarme con la familia.

¿Enero es la vida?

Nos la jugamos este mes. Lo es todo. Es ahora cuando debemos salvarnos. No hay que perder más puntos en La Romareda. Si queremos reaccionar, tiene que ser ya.

¿Y el 31 de enero dónde estará?

No lo sé. A mí nadie me ha dicho nada, ni que estoy en venta ni que soy transferible. En serio. Me queda otro año de contrato, y si no hay cambio de planes, en el Zaragoza seguiré.

¿Le molestaría que el club le buscara una salida en el mercado sin contar con usted?

No sé si se está dando esa situación. Si se diera, lo hablaríamos, pero no creo que esté siendo así.