REAL ZARAGOZA

Novatos en el Ciudad de Valencia

Solo tres jugadores de los que fueron titulares en la última visita al campo levantinista podrían repetir alineación.

Gabi, héroe del último partido en el Ciudad de Valencia
El Real Zaragoza es un equipo de Primera
TONI GALÁN

El Ciudad de Valencia es historia del zaragocismo. Hasta sus vetustas gradas, la afición blanquilla realizó el mayor peregrinaje jamás realizado en el fútbol español para presenciar un partido de Liga. Fue la pasada temporada, hace poco menos de ocho meses, pero, sin embargo, muchas cosas han cambiado desde entonces.


Lo único inalterable, las dificultades económicas por las que pasa el Real Zaragoza. Entonces, el conjunto aragonés llegaba a la casa levantinista con la obligación de ganar para no perder la categoría de manera definitiva. Ahora, las prisas son prácticamente las mismas, a pesar de que el que se vaya a jugar sea la jornada inaugural del nuevo curso, o, a efectos reales, la última de la primera vuelta.


El resto, al menos por parte aragonesa, poco tendrá que ver. No en vano, solo tres futbolistas de los que tomaron parte del once inicial aquel 21 de mayo podrían repetir el próximo domingo. Da Silva, Paredes y Lafita son los únicos supervivientes de la vorágine que rodea en estos días a la entidad blanquilla. Tres futbolistas a los que se podría unir Leo Franco, suplente de Roberto y que solo jugaría por catástrofe en la portería.


Aquella noche, en la que más de 10.000 zaragocistas hicieron del campo granota una sucursal de La Romareda, Gabi fue el encargado de certificar la continuidad de los zaragozanos en Primera División. Junto a él, Ander Herrera y Ponzio formaron un centro del campo sobre el que se pudo cimentar la reacción demostrada a los largo de la segunda vuelta. Ahora, ninguno de ellos figuran en el vestuario aragonés. Ni siquiera el líder de aquel proyecto, Javier Aguirre, lleva ya cosido el escudo del león rampante a su característica gorra.


Diogo, recién fichado por el CSKA de Sofía, Jarosik, en el Sparta de Praga, Boutahar, en la liga catarí, y Uche, ahora en el Granada, completaron el once dispuesto en la capital valenciana. Incluso, los cambios que entonces salieron como hombres de refresco (Braulio, Jorge López y Bertolo) han desaparecido del presente blanquillo. Muestra inequívoca del exilio producido en un club que solo piensa a corto plazo.