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La Fórmula Uno vista desde la cocina

Dentro de este deporte existen sectores que se hallan ajenos a la velocidad, como los cocineros que alimenta a los miembros de las escuderías.

Juan Mari Arzak respalda la comida de la escudería HRT
Roban en tres prestigiosos restaurantes de San Sebastián, entre ellos Arzak
EFE

No todo lo que envuelve a la Fórmula 1 es motor y velocidad, también existen sectores que, aunque claves, se hallan ajenos a ese mundillo, como el grupo de cocineros que alimenta a los miembros de las escuderías.


El equipo español de HRT es un caso particular, pues cuenta con el respaldo del prestigioso cocinero vasco Juan Mari Arzak -con tres Estrellas Michelín- a través de la firma de cáterin Arzak-Bokado, que los acompaña a lo largo de toda la competición.


El bilbaíno David Alvarado lleva las riendas de la cocina de esta escudería y, en conversación con Efe en el circuito de Buddh, donde este domingo se disputó el GP de la India, reconoce que con el paso del tiempo le ha cogido "el gustillo" a la Fórmula 1.


Su sistema de trabajo debe ser lo más parecido posible al de un restaurante aunque, debido a las particularidades del circo de Bernie Ecclestone, tiene que adaptarse a lo que los organizadores les proporcionan en cada uno de los países que visitan. Juegan mucho con los productos que se venden en unos países y otros; en Abu Dabi, por ejemplo, el cerdo es tabú y en la India pasa algo parecido con la ternera.


También se enfrentan a diferentes retos sanitarios. "Aquí teníamos mucho miedo con el tema del género, porque claro, no estás seguro de nada, y debemos fregar, lavar los productos y cocinar con agua mineral. Algunos equipos en esta carrera han tenido alguna baja (por diarrea)", bromea.


"Además, no viajamos con nuestras cocinas, por lo que necesitamos adaptarnos pronto. En cada lugar te encuentras con un material diferente y aunque la base de nuestra cocina es la gastronomía española, a veces también le damos el toque local", señala.


Este domingo, por ejemplo, ofrecieron en su 'hospitality' (casas de las escuderías en los circuitos) un pincho adaptado al paladar indio: "Yogur fresco con un toque de curry".


También necesitan preparar durante los días de competición dietas especiales para los dos pilotos principales de la escudería: el español Pedro Martínez de la Rosa y el indio Narain Karthikeyan.


"De la Rosa es una persona muy sencilla y siempre come lo mismo: pasta blanca y atún o salmón a la plancha, mientras que para Narain suele ser pasta con vegetales, un poquito de pollo o arroz con vegetales y pollo", explica Alvarado.


Pese a que a Karthikeyan le gusta la comida española y "le sorprendieron muchos los chipirones en su tinta", el chef vasco asegura que siempre tiene que ponerle a los platos del piloto indio un toque de picante "con una mezcla de especias".


Pero, aun así, el cocinero reconoce que "no son corredores muy exquisitos, se adaptan a cualquier cosa", una afirmación que se corresponde al ambiente distendido y familiar que se percibe en la sede de HRT entre todos los miembros de la escudería.


El equipo de Alvarado lo integran además el cocinero Pello Picabea, el jefe de sala Pablo Martín y la camarera Mar Codo. "Nos llevamos muy bien con los mecánicos, los pilotos... Tenemos la facilidad de que a diferencia de otros equipos, todos pueden entrar en la cocina", dice.


Asegura Alvarado que se sienten "parte del equipo" y que el resto de miembros de HRT perciben la cocina como si fuera la de sus propias casas y revela que a menudo también le piden recetas para hacerlas ellos mismos.


El bilbaíno confiesa que se alegra de haber aceptado una oferta "que sólo pasa un vez en la vida" -el mundo de la Fórmula 1 es "muy bonito"- pero también admite que resulta "agotador" ya que no hay descanso" en todo el día, por lo que se lo plantea para un par de años.


"Hoy (por el domingo), por ejemplo, recogemos todo, nos vamos al hotel y a las 4.30 volamos hacia Dubai y, desde ahí, a Abu Dabi (sede del próximo GP), donde vamos a los supermercados, luego al circuito, controlamos que todo esté bien...", explica.


Poco después del final de la carrera de la India, la zona de paddock se hallaba desierta, los muebles de las casas de las escuderías habían desaparecido y en el exterior decenas de personas desmontaban y empaquetaban frenéticamente los bártulos del circo de la Fórmula 1.