Patines de coraje en Irán

La jaquesa Elisabet Martín-Mora ha estado 15 días en el país asiático explicando los secretos del patinaje. Una rica experiencia de integración y descubrimiento.

Elisabet Martín-Mora, con las entrenadoras de patinaje en línea en la National Olympic Sports Academy de Teherán.
Elisabet Martín-Mora, con las entrenadoras de patinaje en línea en la National Olympic Sports Academy de Teherán.
Hemmat Khahi

El deporte femenino en Irán se mueve sobre patines. Las mujeres se deslizan a toda velocidad y con valentía gracias a una especialidad que les provoca una sensación de libertad. Y alimenta su espíritu competitivo. Es una de las lecciones que han aprendido de Elisabet Martín-Mora, una mujer que ha dedicado toda su vida a una disciplina "apasionante" y que ahora imparte su sabiduría en países "con ganas de aprender". La jaquesa ha impartido durante dos semanas varios cursos de tecnificación de patinaje artístico en línea y sobre hielo en Teherán, con la participación de 78 patinadores y 60 entrenadores. Una experiencia "muy gratificante", en el apartado técnico, y "enriquecedora", desde el punto de vista personal. "Descubres a unas personas con inquietudes e ilusión por seguir creciendo. Me ha llamado la atención su hospitalidad; saben de lo difícil que es llegar allí por los visados y todo el papeleo. Pero agradecen el esfuerzo que he hecho", apunta la preparadora.


Elisabet Martín-Mora llegó a Jaca con 14 años y se federó por el club de hielo de la ciudad. Desarrolló su carrera artística sobre el manto de hielo en diferentes facetas: fue patinadora amateur de primer nivel hasta dar el salto profesional en el circuito mundial. Cambió de rol al finalizar su etapa de saltos y piruetas y se aplicó en la enseñanza con destacadas figuras del ranquin internacional; fue comentarista de Eurosport España junto con Sergio Cánovas durante dos años... pero la inquieta Elisabet dio un salto más. "Vimos la dificultad para hacer uso de las pistas de hielo porque son muy costosas. Así que hace cinco años decidimos hacer compatible nuestra ilusión por el patinaje –pero en línea–, en diferente superficie y con patines de ruedas", recuerda. Así surgió el Roller Club Pirenaico, que en su corta vida ha sido capaz de organizar dos Open del Mundo en Panticosa: en el último, celebrado el año pasado, el equipo altoaragonés subió a lo más alto del podio. La entrenadora dio un paso más, y también hace un lustro fundó la Asociación Mundial de Patinaje Artístico en Línea (Wifsa, siglas en inglés). "Surgió para dar forma, unificar criterios, crear calendarios y un reglamento... Y el éxito ha sido total. Es una labor muy satisfactoria en sí porque es pionera en la materia y hay un bagaje detrás", resalta.


Pero su verdadera vocación es dar a conocer sus conocimientos con los que ha dado forma a un brillante currículum. Es esa trayectoria la que le ha llevado a recorrer el mundo, a conocer distintas culturas... Su último destino ha sido Irán. "Hay bastante desconocimiento, la gente confunde Irán con Irak pero son como el día y la noche. Hay mucho civismo, una buena convivencia, la gente es muy educada, gastronómicamente es muy rico... El patinaje requiere disciplina y los deportistas con los que he tratado venían muy educados", detalla Martín-Mora. La Federación Persa de Patinaje sobre Ruedas, a través de la Wifsa, solicitó un plan de formación para los entrenadores iranís y un programa de trabajo para el equipo nacional que, con sede en Teherán, está compuesto por 15 patinadores.Una experiencia inolvidable

Durante dos semanas, la entrenadora aragonesa se volcó en sesiones de ocho horas con los patinadores y técnicos con trabajo teórico –grabación y visionado de vídeos de los ejercicios– y práctico –enseñando clases de ballet, flexibilidad y preparación física–. Elisabet tuvo un contacto personal con sus alumnos, que le transmitieron sus inquietudes. "Con el patinaje se abre la educación y la formación a las mujeres, y hay un esfuerzo porque la igualdad de género sea palpable. La presidenta de la Federación Iraní, Fariba Mohamadian, catedrática de la universidad de Teherán, lucha por los derechos del patinaje y de las mujeres", relata Martín-Mora.


Sin embargo, la preparadora también reconoce que esa "apertura" se topa con su barrera religiosa. "Es llamativo para una europea llegar allí y verte en la situación de que tengas que estar tapándote. Pero no quiero profundizar en la valoración porque es su cultura y su fe en el islam. Tengo mucha ignorancia sobre el tema y lo respeto", explica.


Aunque en su día a día percibió "detalles" que le demostraron que a la apertura de derechos le queda una largo camino. "Estas chicas están supeditadas a muchas cosas: que no puedas sacarles una foto sin el pañuelo porque tienen que ir tapadas; las reglas del entrenamiento les obligan a no enseñar el brazo más allá del codo, ni el pelo... Cuando estábamos sólo las chicas entrenábamos al descubierto, pero cuando entraba un hombre todo cambiaba", detalla. "Pero también quiero añadir que las mujeres son muy deportistas, femeninas, muy profesionales y con mucha capacidad de trabajo. Han valorado que una europea haya estado allí", completa Martín-Mora, que viajó acompañada de su hija Ángela, que colaboró con las demostraciones técnicas y también actuó cerrando las dos galas que pusieron el broche a quince días "increíbles". "El trato fue humano, hospitalario y profesional. Y me marché satisfecha de que el programa que he llevado a cabo haya sido un éxito y que quieren darle continuidad", concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión