La selección de Nueva Zelanda renovó su título de campeona del mundo de rugby tras derrotar a Australia (34-17) en la final, disputada en el estadio de Twickenham de Londres, por lo que conquista su tercera Copa William Webb Ellis tras el triunfo conseguido en 1987, el primero de sus éxitos.

Ambas selecciones llegaron a la final habiendo demostrado un gran nivel durante el campeonato y su condición de invictas. Nueva Zelanda, leve favorita, terminó por confirmar los pronósticos tras un inicio de partido en el que los 'All Blacks' evidenciaron su eminente capacidad ofensiva.

Los primeros 40 minutos fueron bastante trabados y Nueva Zelanda apenas pudo hilar buenas jugadas pese a su intención. La presión de los 'aussies' y los 'tackles' frenaron el ritmo de los neozelandeses, que aprovecharon el buen hacer de Dan Carter para coger ventaja en el electrónico (9-3).

A partir de este momento, los 'tries' de Nehe Milner-Skudder y Ma'a Nonu permitieron a los 'All Blacks' ponerse 21-3 antes de que una tarjeta amarilla para Ben Smith diera a los 'Wallabies' esperanzas de ganar el partido o, al menos, igualar el electrónico antes de afrontar el acto definitivo.

Y así fue porque los australianos pusieron emoción a los 16 minutos finales con 'tries' de David Pocock y Turid Kuridrani, pero un 'drop goal' de Dan Carter, el mejor jugador del partido, y un 'trie' de Beauden Barrett sellaron el marcador final (34-17).

Carter anotó 19 puntos en una gran final para su carrera internacional, después de perderse la final del Mundial de 2011 por lesión. Los 'All Blacks' han perdido sólo tres veces en 54 partidos desde que ganaron el Mundial en casa, hace cuatro años.