Un maratón diario para atravesar el desierto del Sáhara

En 1984, un francés de 28 años llamado Patrick Bauer decidió cruzar a pie el desierto del Sáhara. Anduvo durante 12 días entre las poblaciones de Tamanrasset e In Guezam, separadas por 350 kilómetros, con una mochila de 35 kilos a la espalda llena de agua y comida, soportando temperaturas extremas y totalmente solo. Este joven no solo logró su objetivo, sino que decidió convertir su travesía en una prueba con el objetivo de compartir su experiencia con más personas y de ayudar a las tribus nómadas que viven en la zona gracias a la recaudación.

Dos años después, en 1986, se celebró la primera edición del Marathon des Sables. Participaron 23 personas. Tres años más tarde, en 1989, ya eran 180. En la prueba de 2015, la trigésima edición, que comenzará el próximo 5 de abril, correrán más de 1.300. Uno de ellos es Jorge Jordán, un aragonés de 34 años que afronta un reto inimaginable para casi cualquier persona: recorrer, en 6 días, alrededor de 250 kilómetros, el equivalente a un maratón diario. Pero la dificultad de la competición no solo está en la distancia, sino en el medio. Este zaragozano deberá avanzar por el desierto soportando temperaturas de casi 50 grados y el peso de una mochila en la que llevará su propia comida y todo el material que necesite, ya que es una prueba de autosuficiencia. La organización tan solo les proporciona una tienda para dormir y agua al final de cada etapa.

“Hasta que no estemos allí no sabremos el recorrido exacto ni la longitud de cada etapa. Hasta ahora, la más larga que se ha hecho ha sido de 91 kilómetros, pero sospechamos que como es la edición número 30 puede haber alguna sorpresa y batir ese récord”, asegura Jordán, quien apura las últimas semanas antes de viajar al Sáhara. Empezó a entrenarse para esta prueba hace un año, cuando decidió que era el momento de afrontar un reto en el que llevaba pensando mucho tiempo.

“Empecé a correr a los 22 años, pero antes incluso ya veía imágenes de esta prueba y pensaba que algún día me gustaría participar. Me parecía increíble que cruzaran el desierto, los paisajes, el esfuerzo y fortaleza que suponía...”, recuerda este corredor, quien ya lleva mucho tiempo participando en pruebas, aunque nunca ha corrido una más dura que un maratón. Lo ha hecho en seis ocasiones. “Ahora voy a correr en 6 días los mismos que he corrido en toda mi vida”, asegura Jordán entre risas. Sin embargo, en estos meses de entrenamiento ya ha sumado alguno más, aunque no sea de forma oficial, ya que en las tiradas más largas ha superado los 50 kilómetros.

Un duro entrenamiento

Durante los últimos meses, Jordán ha corrido entre 120 y 140 kilómetros a la semana. En abril, cuando la mayoría de sus familiares y amigos comenzarán las vacaciones de Semana Santa, deberá recorrer el doble de distancia en solo 6 etapas. La particular procesión de este aragonés, pintor industrial de profesión, además de aficionado al atletismo y árbitro de fútbol sala en categoría Nacional. “Casi todo el mundo me dice que estoy loco, que qué se me ha perdido en el desierto, que cómo voy a recorrer 250 kilómetros”, indica el zaragozano, a quien solo le comprenden otros locos por el deporte: “Los aficionados a correr sí me dicen que me entienden, e incluso que les doy envidia”.

Pero para afrontar el Sultan Marathon des Sables no solo hace falta una intensa preparación física. También mucha fortaleza mental. “La mente es muy importante. Cuando llevas 50 o 55 kilómetros corriendo estás tan cansado que dependes de tu cabeza. Llega un momento en que ya no sabes ni en qué pensar”, asegura. Aunque también hay problemas más comunes, como las ampollas en los pies, las molestias de la arena, el sol abrasador, la deshidratación... “Los que vamos a participar en esta edición hablamos por las redes sociales con gente que ya ha corrido esta prueba y nos da consejos”, indica Jordán sobre su conocimiento de las amenazas que se encontrará en el camino.

El día 3 de abril, Jordán partirá con toda la expedición del Marathon des Sables hacia Marruecos. El día 5 comenzará la carrera con el dorsal 588 en el pecho. A partir de ese día, y hasta el 10, cuando acabará la parte oficial de la carrera, aquellos que quieran podrán dejar su mensaje de ánimo para Jorge en la página web de la prueba para que los lea después de cada etapa. Eso sí, si todavía le quedan fuerzas después de correr durante horas por el desierto.