"Pasión por el deporte", "solidaridad con casos cercanos" o una férrea "voluntad de superación". Varios han sido los motivos que han empujado hasta el Pabellón Príncipe Felipe de la capital aragonesa a toda una marea rosa de participantes que han corrido "por la causa": la lucha contra el cáncer de mama.

"Aunque no entrenes habitualmente vale la pena venir porque generalmente -más allegados o menos allegados- conocidos que hayan pasado por esto tenemos todos y siempre que podamos hacer algo por ayudar, hay que volcarse en ello", sostiene entusiasmada Argi Miñana, vecina de San José. "A muchos hombres les gustaría participar también, pero no pueden. Aún así se ve a bastantes apoyándonos por todo el recorrido", apostilla Anne Ferrer, una corredora francesa que se ha sumado con su grupo de compañeros y socios del Club Metropolitan.

Miles de familiares y amigos se han unido a lo largo del trayecto en apoyo de las 5.000 participantes que se han inscrito en la VIII Carrera de la Mujer. "Nosotros somos corredores pero como no nos dejan estamos aquí con la pequeña, que se unirá cuando llegue su madre", contaba Raúl Navarro, acompañado por su cuñado. "Es el tercer año que venimos desde Valencia para que mi mujer participe junto a su hermana en la carrera", señalaba, por su parte, Javier Cerro.

Lucha contra el cáncer

La clasificación -dicen ellas- es lo de menos. Lo importante es el objetivo común que hoy las ha reunido en la capital aragonesa para apoyar la lucha contra una enfermedad que afecta en España a más de 22.000 mujeres cada año. Es el caso de Belén Sáenz, que lleva ya tres ediciones participando en la carrera solidaria por su madre, recuperada de un cáncer de mama. "Hemos venido toda la familia y nos está gustando porque está muy animado. Hay mucha gente participando, y de verdad que es una buena causa", añade Lydia, que hace el recorrido cogida del brazo de su marido, de 78 años.

Paco Durán, de Zaragoza, ha sido otro de los varones que han podido sumarse a la carrera. En su caso, para llevar a una amiga de su mujer, en silla de ruedas. "Nos conocemos todos del gimnasio, pero yo es la primera vez que participo y la verdad es que me ha encantado", confiesa ilusionada Isabel.

Otros han venido de propio desde Alcañiz y Monroyo para apoyar esta causa solidaria que cada año cuenta con más voluntarias. "Ya tenía ganas, el año pasado me dio apuro, pero hoy me he dado cuenta de que es la felicidad del día", comentaba una corredora.

María Pilar y María Victoria, dos hermanas de la capital, bromeaban sobre su ritmo de carrera: "Más bien hemos sido andadoras porque nos ha costado una hora", decían entre risas.

La laureada atleta aragonesa Luisa Larraga se ha hecho con el primer puesto en el evento, que cierra el VIII Circuito de la Carrera de la Mujer con un nuevo récord de participación gracias al apoyo de de sus 5.000 voluntarias; más de 72.000 en toda España.