Maratón de Nueva York

"Abordamos la carrera sin reloj y con mucha ilusión"

Varios aragoneses relatan sus experiencias en el Maratón de Nueva York, cuya próxima edición se celebrará el próximo 4 de noviembre.

Idoya Echauri y su marido, en la llegada a la meta
Aragoneses en el Maratón de Nueva York_2
HERALDO.ES

El Maratón de Nueva York, una de las pruebas por excelencia para los corredores populares, ha atraído a numerosos fondistas aragoneses desde 1970, cuando se celebró la primera edición. Varios de estos aficionados que han tenido el placer -y el valor- de recorrer estos 42.195 metros por las calles de la Gran Manzana cuentan su experiencia, sus recuerdos y sus consejos para aquellos que decidan correr la prueba.


Un matrimonio maratoniano

Idoya Echauri y su marido participaron el año pasado en el Maratón de Nueva York, su segundo ataque a la prueba de los 42 kilómetros tras haberse estrenado en la de Zaragoza. "Abordábamos la carrera sin reloj, sin referencias y con mucha ilusión", asegura Ichauri, quien regresó a España impresionada por la organización del evento, en el que consiguen "sacar a 50.000 personas a correr sin agobios".


Uno de los momentos más emocionantes, según recuerda esta corredora, fue "el himno de Estados Unidos cantado por una policía de Nueva York al empezar la carrera". Pero, como casi todos los que han corrido por las calles de la Gran Manzana, recuerda el aliento de la gente "que animaba sin parar y la llegada a la meta".

El sueño de Lucio de la Cruz

Lucio de la Cruz, trabajador de la Universidad de Zaragoza y miembro del Club Atletismo Utebo, cumplió su sueño de correr el maratón de Nueva York en la pasada edición de la carrera. "Fue mi primera maratón, aunque ya había corrido numerosas medias maratones", asegura este corredor: "La emoción antes de salir era indescriptible y nadie piensa en que luego probablemente va a haber un gran sufrimiento físico para poder acabar la distancia. Fui vestido con una equipación que diseñé para la ocasión y en la que no faltaron la bandera de España y la Virgen del Pilar", explica.


"l ambiente era impresionante y porque además en muchas calles había conciertos con actuaciones típicas de la etnia que vive en las diferentes partes del trayecto", continúa este zaragozano: "La peor parte de la prueba fue el paso por el barrio del Bronx (km 35), donde tuve un momento de flaqueza y tuve que bajar algo el ritmo. En Central Park había quedado con un amigo que me dio una bandera de España y pude cruzar la meta (ya con muy pocas fuerzas) con con ella sobre los hombros y, sobre todo, con la ilusión por haber completado uno de los sueños de mi vida". El resultado tampoco estuvo mal, ya que De la Cruz hizo un tiempo de 3:23:48 y quedó en el puesto 4.094 de más de 40.000 corredores.


José Ramón Valdizán ha participado ocho veces en la prueba de Nueva York

Hasta en ocho ocasiones ha recorrido los 42 kilómetros de Nueva York José Ramón Valdizán, y a punto a estado este año de sumar la novena. Solo una lesión cuando ya tenía abonado el dorsal ha alejado a este aragonés de correr una vez más por las calles neoyorquinas. “He participado ocho veces en el Maratón de Nueva York, seis de ellas con mi hijo”, asegura Valdizán, quien conoce bien cómo vive esa ciudad una de las pruebas por excelencia para los corredores populares.


“Es impresionante la participación de la gente, toda la carrera animando. Cuando terminas, en la calle al verte con la medalla te saludan y hasta te invitan. Siempre agradeceré este comportamiento tan solidario”, explica Valdizán, quien advierte de que la prueba no solo es dura cuando comienza la carrera: “Debes levantarte a las 5.30 al cerrar la entrada a las 7.00 para iniciar la carrera a las 10.10, tras el discurso del alcalde, el canto del himno americano y el cañonazo de salida”.


“Una caracteristica que la hace más dura es el suelo, que es de roca y sobre ella la capa de asfalto”, dice Valdizán, quien anima a todos los fondistas a “correr , al menos una vez en la vida, este maratón”.


José Antonio Corcuera corrió el maratón en 1986, 1989, 1992 y 1994

A falta de una, cuatro veces ha corrido el Maratón de Nueva York José Antonio Corcuera, un zaragozano que ahora tiene 74 años. “Esta carrera es uno de mis puntos débiles en relación a mis experiencias de corredor popular”, asegura Corcuera, quien participó en esta mítica prueba en los años 1986, 1989, 1992 y 1994. “La experiencia es única y no tiene comparación con otros maratones que he corrido en diferentes ciudades. Desde la salida hasta la llegada estás flanqueado por espectadores que animan sin cesar, bien sea a los primeros o a los últimos.”, recuerda.


José Antonio, desde su experiencia en este maratón, quiere aconsejar a los aragoneses que vayan a participar en la edición de este año. “En la salida no deben ser impacientes. En el primer kilómetro apenas podrán correr y sentirán como el puente Verrazano vibra y se mueve con miles de corredores pateando, no corriendo”, continúa este zaragozano.


“Cuando cojan su ritmo en la Cuarta Avenida de Brooklin, que lo mantengan y no se precipiten. El puente de Queensboro es un poco 'traidorzuelo' y en la Primera Avenida es donde la mente empieza a trabajar. Hay que mantenerse sereno para pasar el Bronx y bajar hacia Central Park, que es donde están todas la 'trampas', con unas cuantas rampas que te dejan las piernas como tirabuzones”, advierte Corcuera: “Cuando llegas a la meta y ves el reloj no sabes si reír a llorar”.