Montañismo

Un montañero de 86 años

Agustín Faus se convirtió el pasado 11 de julio en el montañero más veterano en subir el Naranjo de Bulnes.

-“¿Oye qué te parece si subimos en Naranjo de Bulnes?”, le preguntaron hace unos meses a Agustín Faus, montañero de 86 años.

- ¿Por qué no?, replicó el octogenario escalador sin pensarselo dos veces. 


Faus es un veterano montañero catalán afincado en Las Lomas, que el pasado 11 de julio decidió volver a ascender el Naranjo de Bulnes. Pero esta vez era diferente. Con 86 años y mucha ilusión se convirtió en la persona de más edad que ha ascendido hasta los 2516 metros del Naranjo de Bulnes.


Una anécdota para toda la vida

“Estuve por primera vez en 1950, y luego lo he vuelto a subir otras cuatro veces”, explica. Y es que este aventurero tiene una relación especial con el monte asturiano. “Allí me saludó una chica cántabra hace muchos años. Yo no contesté por timidez”, recuerda Faus. “Me la volví a encontrar en Madrid y me preguntó que porque no le dije nada”, prosigue con una risa contagiosa.


Esta anécdota no tendría la menor relevancia si esa cántabra tiempo después no se hubiera convertido en la esposa de Agustín Faus. “El Naranjo es un lugar muy especial para mí”, afirma emocionado.


Un octogenario de 20 años.

“La ascensión fue bien”, explica orgulloso Faus. Y es que aunque el operativo fue más complejo que en “sus tiempos mozos”, el montañero subió sin grandes problemas hasta la cima. “Creía que me iba a emocionar al llegar a la cima, pero me encontré tranquilo, como si tuviera 20 años”, afirma divertido.


A pesar que su reto fue todo un éxito, Agustín sigue pensando en la montaña. “Mi próximo reto es simplemente seguir haciendo montaña”, explica Faus. Sus viajes al Pirineo y su ímpetu por volver a la montaña una y otra vez es el entrenamiento necesario para seguir en forma. “Yo nunca he perdido la forma. Soy un hombre al que le gusta mucho la montaña y ese es mi entrenamiento”, afirma.


La montaña sigue, los alpinistas cambian. Salvo en el caso de Agustín Faus que siempre está en la montaña.