A pesar de tener apellido de superestrella de la NBA, Joserra Lebrón es guía de montaña en el Pirineo aragonés y personal de emergencias en el Somport. Navarro de nacimiento, vive desde hace más de diez años en Canfranc, donde comenzó precisamente hace una década a practicar mushing, un deporte invernal en auge que consiste en deslizarse sobre la nieve con un trineo o unos esquís tirado por perros.

Joserra escuchó hace diez años que Lur, una hembra de Huskie Siberiano de apenas dos meses, se había quedado tirada en una cuneta de los Monegros. "La rescataron unos amigos y dos semanas más tarde estaba en mi casa", relata. Meses después llegó Orhi, otro Huskie al que salvó del maltrato y el abandono. Con el paso de los años, aparecieron Negu, Lua, Ishka, Axl y Bruce, que componen el equipo -equipazo- de perros con el que Joserra ha alcanzado ya dos subcampeonatos del mundo, una plata y un bronce en el Europeo y cuatro campeonatos de España. No es Lebron James, pero casi.

"Todos formamos una gran unión. Somos compañeros, familia. Son infinidad de horas las que pasemos juntos para que el equipo sea eso, un equipo", relata con orgullo. "Nos compenetramos al máximo y el objetivo siempre es conocer perfectamente el carácter de cada perro para saber lo mejor posible sus reacciones, su estado de ánimo o si manifiestan alguna molestia de cualquier tipo", agrega. "Para mi es fundamental ese vínculo y es lo más bonito del mushing", subraya.

Destaca en casi todas las modalidades, pero es en el Skijoring de media distancia en la prueba en la que ha conquistado sus grandes éxitos europeos y mundiales. "Son carreras de tres días, con etapas de unos 40 kilómetros diarios de esquí de fondo. A estas pruebas me llevo a Ishka y a Lua, mis guías del trineo. No son las más fuertes del equipo, pero entre los tres nos coordinamos perfectamente, algo vital en este tipo de carreras. Sus capacidades físicas tan parecidas también son una gran ayuda, ya que van a un ritmo y paso igual, algo que facilita esquiar con ellas y constituir un equipo compenetrado", comenta el deportista afincado en Canfranc.

Y la preparación, ¿cómo es? "Como en cualquier deporte, hay que hacer una planificación basada en unos objetivos. Nuestra temporada empieza casi al terminar la anterior: revisamos y renovamos el material y planificamos un calendario base. En septiembre comienzan los entrenamientos hasta el punto álgido de la temporada, que es en febrero", señala.

Este año, entre otros éxitos, ha sido tercero en el prestigioso campeonato de Europa WSA de razas nórdicas, celebrado en Alemania y campeón de España de sprint en tierra. Habitualmente, Joserra entrena con los seis perros que tiene en activo, "la mayor parte del tiempo en tierra con un carro de ruedas". Después, según el tipo de competición a la que vaya, acude con un número de perros variable y adaptado a las categorías en las que compite.

¿Lo más duro? Llegar hasta la salida

Joserra disfruta de la competición y disfruta de sus perros, aunque para él es una odisea afrontar cada campeonato. Apenas cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Canfranc y se encuentra buscando "más patrocinadores" que le permitan alcanzar objetivos más exigentes. "Para mí, lo más difícil es conseguir llegar a la línea de salida. Una vez empieza una carrera es el momento de relajarse y disfrutar del fruto del trabajo de toda la temporada", reconoce.

Aunque, más allá de trofeos o grandes resultados, para Joserra el triunfo está en disfrutar de sus perros. "Lo más importante es ver que el equipo ha trabajado bien, a gusto, y que los frutos de meses y años de trabajo diario se aprecian desde que los perros se despiertan hasta que terminamos la carrera o los entrenamientos", explica. "Otro éxito, por ejemplo, es disfrutar de tus perros hasta que se hacen viejos y se jubilan. Y ver que esos perros siguen contigo, disfrutando de una vida plena", concluye orgulloso.