Con los ecos todavía del éxito del atletismo español en los Juegos Olímpicos de Río por el oro de Ruth Beitia y la plata de Orlando Ortega, hoy se cumplen 13 años y un día del mayor hito de la historia del atletismo aragonés. Aquel 26 de agosto de 2003 el montisonense Eliseo Martín se colgó el  bronce en los 3.000 obstáculos en el Mundial de París con la mejor marca de su vida (8:09.09) por detrás del qatarí Saif Saaeed Shaheen y el keniano Ezequiel Kemboi. Fue la principal gesta de una carrera engalanada por tres Juegos Olímpicos y seis Mundiales.

“Fue una carrera local, saliendo el primer kilómetro a ritmo de récord del mundo, aunque supe leerla perfectamente y pescar en río revuelto. Mucha gente se cebó con la obsesión de ir delante a por la medalla pero un 3.000 obstáculos no se gana en el primer kilómetro. Saber estar en mis tiempos de paso y ser frío y calculador, con lo que eso cuesta en un estadio con 70.000 personas, fue el secreto”, recuerda ahora.

Más allá de ganar la medalla, el montisonense se queda sobre todo “con la alegría con la que lo vivió la gente, que hizo suyo aquel momento tan emocionante, y con el cariño que me han demostrado desde entonces, ese ha sido el gran premio”. No obstante, reconoce que en la pista vivió “un momento muy emotivo que me quedará grabado para toda la vida y que compartiría con mi entrenador Phondy y con el presidente del Centro Atlético Monzón, Javier Bordes, que me dio la bandera de ‘Monzón con Eliseo, porque ellos confiaban al 100% en que esa medalla podía llegar”.

Él vivió en primera persona los Juegos de Sydney, Atenas y Pekín y por eso ha estado muy atento a las recientes Olimpiadas de Río. Ha seguido por televisión muchas disciplinas deportivas diferentes, pero no ha podido dejar de comparar el nivel que hay ahora en su especialidad de los 3.000 obstáculos, que ganó el keniano Kipruto con récord olímpico (8:03.28). Y lo cierto es que con la marca que hizo aquel 26 de agosto de 2003 en París, Eliseo Martín hubiera estado luchando por el bronce, que fue para el francés Mahiedine Mekhiss con un tiempo de 8:11.52 después de la descalificación del tercer clasificado, Ezequiel Kemboi (8:08.47) por pisar fuera de la pista. “Habría estado de nuevo en las medallas, aunque tendría que haber sacado a la pista al mejor Eliseo Martín, que es el que hubo en París”, asegura

El montisonense afirma haber vivido “con mucha emoción” los éxitos del atletismo español “porque sabes muy bien lo que cuesta una medalla”. Se alegra muy especialmente por Ruth Beitia, “porque la conozco desde hace muchos años y que al final de su carrera consiga logros de este calibre emociona muchísimo”. Además, valora a Orlando “conociendo su pasado y lo que le ha costado llegar hasta allí”.

Eliseo lamenta, por otra parte, que el aragonés Toni Abadía se quedara fuera de la final de 5.000 metros por un problema gastrointestinal. “Ha estado a un gran nivel todo el año y que por un problema de salud se quede fuera es una pena y es injusto”, señala. No obstante, también quiere sacar una lectura positiva “porque le hará más fuerte y es un atleta joven que seguro que va a tener éxitos en futuras olimpiadas”.

El de Monzón fue nombrado a finales del año pasado como el mejor atleta aragonés de todos los tiempos. No obstante, cree que es un título honorífico “que alguien superará seguro y eso es lo que yo espero porque eso significará que nos darán grandes alegrías a todos los aragoneses”. En este sentido, asegura que hay una cantera “muy prometedora” y sobre todo en su especialidad de fondo con Toni Abadía y Carlos Mayo “porque tienen un futuro enorme por delante y seguro que a medida que vayan creciendo irán consiguiendo logros de mayor relevancia”.