Más de 200 agentes de la Policía y de la Guardia Civil, apoyados por las unidades territoriales de ambos cuerpos en cada etapa del recorrido, velarán para que la Vuelta Ciclista a España transcurra sin incidentes, en la segunda edición consecutiva que se celebra en nivel 4 de alerta antiterrorista.

Todo está ya preparado para que el sábado dé comienzo en Orense la 71 edición de este evento, que moviliza cada día a unas 2.000 personas entre deportistas, prensa, organización..., y a las que custodia un dispositivo fijo de seguridad formado principalmente por agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de los antidisturbios de la Policía Nacional.

Un año más, los responsables del operativo de ambos cuerpos han confiado en que el evento vuelva a desarrollarse sin incidentes, en el ambiente festivo que ya es habitual y lejos de otras épocas en las que se aprovechaba el paso de los ciclistas para manifestarse y reivindicar algunos postulados.

Pese a que España tiene activado por segundo año consecutivo en nivel de alerta 4 antiterrorista (de una escala de 5), las fuerzas de seguridad no ven indicios de que la seguridad del evento puede peligrar, aunque se han adoptado todas las medidas pertinentes con un plan de inteligencia que ha "rastreado" las zonas de paso para prevenir cualquier incidencia y detectar posibles "amenazas".

El teniente Juan Aguilera, jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Málaga, es el encargado este año de coordinar el dispositivo del instituto armado. El inspector jefe Julián Puente, jefe de la Unidad Central de Intervención (UCI) es, por su parte, quien dirige el de la Policía Nacional.

"La Vuelta es muy segura", coinciden en resaltar los responsables de los dos cuerpos que velarán por la seguridad de este acontecimiento deportivo, que a su paso por el País Vasco será vigilado por la Ertzaintza y en la etapa que termina en Francia por la Policía gala, con la que, según ha señalado el inspector jefe Julián Puente, se intercambia información y datos para que nada perturbe la jornada.

Un total de 133 efectivos de la Guardia Civil (cinco más que el año pasado) componen el operativo de este cuerpo, 79 de ellos pertenecientes a la Agrupación de Tráfico (58 de ellos motoristas), a los que acompañan otros agentes de unidades como los antidisturbios, telecomunicaciones o servicio aéreo, apoyados por agentes de las demarcaciones por las que pasa la Vuelta.

Aguilera explica a Efe que desde que se conoció el recorrido, la Guardia Civil lo ha revisado para comprobar su estado y las eventuales deficiencias que pudieran hacer peligrar el paso de los ciclistas. Si se detecta alguna, se da cuenta al titular de la vía para que la subsane.

Los guardias civiles son los encargados de garantizar la movilidad tanto de los deportistas, como de la organización y la prensa, así como de la circulación ordinaria. En suma, el control del tráfico en todo el recorrido.

Serán 58, una cifra "eficiente" en palabras de Aguilera, los agentes que cada día montarán en su moto. "Son los mejores motoristas", elegidos entre los voluntarios por reunir una serie de requisitos.

Entre ellos, ser menor de 45 años, estar destinado en la Agrupación de Tráfico desde hace al menos tres años, haber recorrido un mínimo de 6.000 kilómetros con la moto y superar una prueba de habilidad y destreza (equilibrio, descripción de curvas y contracurvas...) y otra de circulación para comprobar su fiabilidad, confianza, el estilo y la elegancia en la conducción, subraya Aguilera.

También deben conocer la reglamentación de las pruebas deportivas y superar una entrevista personal para poder integrar el dispositivo, que se renueva por tercios cada año.

Y todo ello para participar en un recorrido de 3.300 kilómetros controlando los 300 kilos de peso de la moto preservando su propia seguridad, porque, como dice Aguilera, "ésta es nuestra máxima: nos protegemos para dar protección a los demás".

Mientras, 75 agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios de la Policía, también cinco más que el año pasado, trabajarán para que la salida y la llegada de cada etapa se desarrolle con total seguridad. Un número "muy adecuado" para el dispositivo, resalta Puente.

Ayudados por las unidades territoriales de guías caninos, caballería, tedax, helicópteros y otras, los agentes, procedentes del grupo 3 de la UCI y del subgrupo 7 de Valladolid, garantizarán el orden público y la seguridad ciudadana, precisa el inspector jefe.

Velarán también para que el "Parque Vuelta", donde se exponen los patrocinadores, no sea objetivo de los "malos"; estarán atentos a que no se produzca agresión alguna y darán protección al podio y a la prensa.

La Policía también se encargará de vigilar la "cadena de custodia" del control de dopaje que cada día se realiza al final de etapa para dar seguridad al equipo medico y al vehículo donde se realizan los análisis.

Puente insiste en la seguridad del evento, donde el público acude a divertirse y a presenciar un espectáculo deportivo que tiene repercusión internacional.