Superman reta al Sheriff

?Los Carolina Panthers, abanderados por Newton, parten como los grandes favoritos ante los Denver Broncos capitaneados por Manning en la 50ª Super Bowl.

Newton, el cerebro de los Panthers.
Newton, el cerebro de los Panthers.
Thearon W. Henderson/Afp

El Levi’s Stadium de Santa Clara acogerá hoy (0.30, Canal + Deportes) una Super Bowl cargada de simbolismo. No solo por ser la edición número 50 del evento deportivo más espectacular del planeta, sino porque podría rubricar un relevo generacional en la posición de referencia del fútbol americano. Peyton ‘El Sheriff’ Manning, uno de los mejores ‘quarterbacks’ de la historia, podría disputar su último encuentro ante uno de los llamados a sucederle, Cam ‘Superman’ Newton, por mucho que sus caracteres sean diametralmente opuestos.


Los Broncos de Denver y los Panthers de Carolina disputarán una final que representa un auténtico choque de estilos. Los de Colorado, aferrados a su solidez defensiva, afrontarán el duelo esperanzados en que el posible adiós de Manning sirva como acicate para un hombre al que muchos dieron por acabado cuando en 2011 puso fin a su vinculación con los Colts, el equipo del que había formado parte durante catorce campañas y al que había conducido al Trofeo Vince Lombardi por segunda ocasión en su historia. Aquella Super Bowl disputada en el Dolphin Stadium de Miami el 4 de febrero de 2007 representó el mayor momento de gloria de quien había sido escogido como primera elección por parte del conjunto de Indianápolis en el ‘draft’ de 1998. Completó 25 de los 38 pases que intentó para un total de 247 yardas y un ‘touchdown’. Fue nombrado MVP (Jugador más Valioso del Partido) de un encuentro que los Colts se llevaron por 29 a 17 frente a los Bears de Chicago. Y Manning por fin pudo añadir un anillo a la colección de récords que ya por entonces ostentaba.


Pero en los últimos tiempos las lesiones habían convertido su carrera en un auténtico vía crucis. Tanto que la franquicia optó por prescindir de su emblema, convencida de que sus mejores años habían quedado atrás. Para fortuna de los fans de los Broncos, hubo quien no pensó así. John Elway, otro mito de la NFL (Liga Nacional de Fútbol americano) y el hombre que había llevado a los Broncos a los dos títulos de la Super Bowl que adornan su palmarés, confió en él para reactivar un equipo que se tambaleaba tras el fiasco que había supuesto la incorporación de Tim Tebow. A sus 35 años, Peyton Manning saltaba por primera vez al Sports Authority Field at Mile High en condición de local con la misión de devolver al conjunto de Denver el esplendor perdido tras la retirada de Elway.


El desafío era titánico. La temporada anterior la había pasado en blanco a causa de las dolencias que le aquejaban. Pero pese a que meses antes no era ni capaz de lanzar más allá de las cinco yardas, Manning tardó poco en demostrar que Elway no se había equivocado cuando le extendió un contrato de 96 millones de dólares por cinco temporadas. El 2 de febrero de 2014 el antiguo jugador de la Universidad de Tennessee pisaba el campo del MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey) para medirse con los Seattle Seahawks. Apenas dos años le habían bastado para alcanzar la ansiada final. La defensa de los Seahawks le impidió convertirse entonces en el primer mariscal de campo que levantaba el trofeo Lombardi como líder de dos equipos distintos. La Super Bowl XLVIII finalizó con un humillante resultado para los Broncos: 43-8. Y con Manning obligado a resurgir de sus cenizas.Cerrojazo

Dos años después encara el mismo reto que entonces: demostrar que su brazo aún puede llevar a sus compañeros a la gloria. La temporada ha sido para él extraña. A mediados de noviembre, frente a los Chiefs de Kansas City, batió el récord histórico de yardas de pase completadas, superando el registro que hasta entonces ostentaba Brett Favre. Pero si los Broncos ganaban partidos era gracias al cerrojazo defensivo y no a su habilidad lanzando el balón ovalado. Las lesiones volvieron a hacer acto de presencia y hubo de contemplar varios choques desde el banquillo, dejando paso a un Brock Osweiler que parecía dar más tranquilidad a muchos aficionados de Denver. Acabó la campaña con 198 pases para 2.249 yardas con nueve ‘touchdowns’ y 17 interceptaciones en los nueve partidos que disputó, la peor marca de su carrera a excepción de la temporada 2011 que pasó en blanco. Los Broncos acabaron llevándose el título de la Conferencia Americana (AFC) tras imponerse en la final a los vigentes campeones, unos Patriots de Nueva Inglaterra a los que maniataron durante todo el partido pero que, cuando éste tocaba a su fin, tuvieron una oportunidad de empatar de haber materializado una agónica conversión de dos puntos. La defensa, una vez más, salvó al equipo entrenado por Gary Kubiak.Cerebro frente a corazón

Aun más arrolladores se mostraron los Panthers, que parten como favoritos en la Super Bowl tras acabar la fase regular como campeones de la NFC Sur con quince triunfos y una sola derrota, ante los Atlanta Falcons. El equipo de Carolina fue el mejor ataque de la NFL, con 31,3 puntos por partido; y la sexta mejor defensa, al conceder solo 19,3. Y ello no habría sido posible sin la portentosa temporada que ha firmado Cam Newton, quien a sus 26 se ha confirmado como uno de los principales atractivos de la liga.

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