REAL ZARAGOZA

Marcelino García Toral: "Haremos un fútbol moderno, solidario, dinámico e intenso"

El nuevo entrenador del Real Zaragoza aterrizará el lunes en la ciudad para dirigir in situ la profunda reconstrucción de la plantilla. El asturiano desvela con franqueza las líneas maestras que van a presidir su trabajo en el vestuario zaragocista para lograr el ascenso a Primera.

Se acabaron las vacaciones. Llega usted por fin a Zaragoza con un trabajo ímprobo por hacer.


Sí, es lógico. Cuando un equipo desciende tras una temporada en la que las cosas no han salido como se esperaban, la situación es desagradable, nueva e inesperada. Y, por ello, hay que modificar muchísimas cosas. Así lo exige la nueva categoría.


¿Va a ser drástico en sus decisiones deportivas?


El poco rendimiento dado por muchos jugadores el año pasado exige asimismo que tenga que haber muchos cambios. Tenemos que hacer una plantilla diferente y, una vez cambiada esa composición del plantel, lograr componer un equipo muchísimo más sólido y comprometido que el de esta última temporada que ha llevado al Zaragoza a Segunda División. Tenemos el objetivo de volver a construir un Zaragoza ilusionante y convincente para la afición y todo el mundo.


Su trabajo desde el lunes va a centrarse en tres líneas maestras: altas, bajas y diseño de la pretemporada.


Así es. El diseño de nuestra pretemporada ya lo tenemos más o menos pensado. Nos falta saber dónde vamos a trabajar en cada momento y los rivales que vamos a tener en los partidos amistosos. Hay que ver, en función de la climatología, qué podemos encontrar que nos cuadre con lo que queremos. Esto será lo primero que decidiremos. Después, a medida que vayan pasando los días, se irán produciendo salidas y entradas de futbolistas en la plantilla.


Ese vaivén de jugadores va a resultar trabajo de orfebrería por su parte para componer una plantilla a su gusto.


Es un momento crucial para nuestro futuro. Considero que la confección de la plantilla, en un porcentaje muy alto, nos va a asegurar el éxito o, por el contrario, hacernos sufrir más de lo deseado. Hay que tener las ideas claras por parte de todos.


El club intenta ahuyentar a los buitres diciendo que nadie va a marcharse del Zaragoza salvo que lleguen grandes ofertas, pero está claro que la realidad es otra desde el punto de vista del entrenador. La lista de bajas no puede quedarse solo en 4 o 5 hombres tras lo ocurrido el año pasado.


No, no. Está claro que hay una serie de futbolistas que, con total seguridad, tienen que salir de la actual plantilla por diferentes motivos. A unos no los consideramos adecuados para permanecer en ella por sus características; otros, por motivos económicos, no tienen cabida; otros, en función de su rendimiento, tampoco parecen indicados; y, algunos otros, no seguirán porque, económicamente al club le interesará darles salida porque llegarán ofertas lo suficientemente convenientes como para dar ese paso.


Ante tanto trajín como se augura en el vestuario en los dos próximos meses, va a tener usted que medir muy bien los tiempos y compaginar correctamente las salidas y las entradas de futbolistas. Si el club, por estrategia, tiene que apurar hasta el final del verano, podría tener que aguantar en pretemporada a algún elemento no deseado en el grupo.


Creo que vamos a necesitar mucho diálogo entre nosotros. Tengo claro que el 24 de agosto, una semana antes del inicio de la liga, debemos estar ya todos centrados y con la plantilla prácticamente cerrada. Cuanto antes esté próxima a lo definitivo va a ser muchísimo mejor. Pero, por las circunstancias que se dan, sé que va a ser complicado hacerlo. Vamos a intentar evitar ese tipo de disfunciones en el vestuario, pero igual en algún caso es imposible y tendré que asumirlo.


Los fichajes, diversos y de suma importancia para su ideal de equipo, cuanto antes lleguen será mucho mejor por motivos obvios. Si las salidas no se ejecutan con la misma celeridad, podría juntarse usted con 30 hombres en la caseta en un momento determinado.


Eso sería totalmente perjudicial. No podemos juntarnos con 30 jugadores en ningún momento del verano. Hay que intentar evitarlo como sea, no puede ocurrirnos. Por ejemplo, hay algunas posiciones, como los hombres de banda, que no existen actualmente y que nos obligan a incorporar fichajes de inmediato, cuanto antes. Así que habrá que trabajar para ir dejando huecos libres. Lo importante es que todos estemos a gusto en todo momento. Y para eso tengo claro que, cuanto más rápido actuemos, será más positivo para todo el mundo.


Usted tiene las ideas muy claras sobre cómo hay que hacer las cosas y las va a intentar implantar durante este verano.


Sí, pero en el fútbol, no sé por qué, a medida que pasan las temporadas, cada vez se cierran las plantillas más tarde. Al menos esa es mi experiencia. Cada año, sobre la bocina del último día, se hacen los últimos fichajes o traspasos en la mayoría de ellas. A nosotros este año nos conviene todo lo contrario, pero el hecho de estar en Segunda con determinados jugadores, igual posibilita que lleguemos al último día con alguna cosa abierta todavía.


Tengo la sensación de que, aunque este verano de Eurocopa es muy largo, a usted le parece corto por lo mucho que tiene que trabajar el nuevo equipo del Real Zaragoza que aún no tiene cara.


Es que tengo que amoldar a los futbolistas a un estilo que queremos aplicar de manera muy concreta y eso necesita tiempo. Así que, cuanto más tiempo dispongamos para trabajar con esos futbolistas día a día, será mejor para todos. La gente con la que vamos a competir durante el próximo año tiene que conocerse lo antes posible.


Este año es vital para usted. Su apuesta por venirse a este Zaragoza de Segunda en estas circunstancias le hace acometer un trabajo de alto riesgo. Nada parecido a lo que vivió en el Sporting, el Recreativo o el Racing.


Hombre, en el Recre sí que teníamos un equipo para luchar por ascender. Por supuesto, sin tener la obligación de lograrlo como la vamos a tener aquí en Zaragoza. Soy consciente, como ya dije en mi presentación, que este año próximo solo nos va a servir el ascenso a Primera. Por eso, desde ahora mismo, voy a buscar la instauración de unos cimientos muy sólidos en el equipo que nos lleven a ese fin obligado. Cada decisión habrá que valorarla muchísimo.


Viendo el perfil de su Sporting y de su Recreativo de Segunda, al actual Real Zaragoza le va a tener que dar usted la vuelta como un calcetín. No se parece en nada a los grupos correosos con los que trabajó en Gijón y Huelva. ¿Le sirven de verdad algunas figuras estelares para acometer el año que viene en esta categoría?


Creo que cuanto mejores futbolistas tengas, más posibilidades tienes de subir a Primera. En el Sporting éramos un equipo sin demasiados alicientes. Entraba yo de entrenador sin mucho cartel; se había marchado Villa, el mejor jugador del equipo, precisamente al Zaragoza; el año anterior, se habían salvado del descenso a Segunda B en la penúltima jornada; y la directiva no tenía posibilidades económicas para hacer ninguna operación relevante. Se hizo lo que se pudo. Aquí, ahora mismo, creo que las posibilidades económicas son muchísimo mayores. También respecto de lo que tenía el Recre cuando llegué en Segunda. Por eso, veo bien que aquí pueda tener futbolistas con cierta calidad. Pero no de presunta calidad, sino de calidad verdadera. No me sirve el nombre si, al final, no me rinde.


Su tipo de fútbol es innegociable. Usted jamás se pliega ante ningún jugador. Es el futbolista el que debe amoldarse a usted.


Si un futbolista no es capaz de rendir con arreglo a sus características, en algo se ha equivocado el club, o en algo se ha equivocado el jugador al fichar por ese equipo. O, quizá, en algo se han equivocado ambas partes. Yo creo en los futbolistas, pero creo en los estilos de juego. Ahora mismo considero que debo aplicar un tipo de juego, independientemente de la categoría en la que esté, y es el que vamos a utilizar.


¿Cómo es ese estilo que vamos a ver en La Romareda con usted?


Un fútbol moderno, solidario, dinámico e intenso. Eso vale igual para Primera que para Segunda. Si se analiza la forma de jugar de los equipos que hasta ahora he dirigido, se verá que el comportamiento colectivo no varió mucho de Primera a Segunda. Simplemente se modificó por las características individuales de los jugadores que compusieron cada plantilla concreta. Nada más.


¿Va a hablar usted cara a cara con los jugadores que piensa quedarse en Segunda División para convencerles de que es necesario que se permanezcan aquí?


Creo que tampoco tengo que estar ahí intentando convencer a nadie. En la vida, en cualquier ámbito, hay que vivir de la realidad. Y, ahora, el Zaragoza está en Segunda porque a lo largo de 38 jornadas fue incapaz de ganar un partido más. Si alguien piensa que no quiere jugar en Segunda, a mí igual no me vale. Yo hace tres semanas tampoco creía que podía volver a entrenar en Segunda y, sin embargo, lo voy a hacer. No se me van a caer los anillos y voy a tener la misma dedicación y profesionalidad que he tenido los últimos dos años en Primera.


Pero tener a alguien en la plantilla a punta de pistola puede acabar resultando contraproducente.


Si alguien no quiere jugar en Segunda, tuvo tiempo durante la liga pasada para haber buscado soluciones ganando un partido más. O podía haber firmado un contrato en el que se recogiera que, si el equipo descendía, él no jugaba en Segunda. Esto es lo que hay. Yo no creo en este tipo de actitudes contraproducentes. Si han bajado a Segunda, tendrán que jugar en Segunda.


¿Cómo va a ser la plantilla?


Quiero tener una plantilla muy competitiva, de 20 jugadores de campo más los dos porteros. El tercer portero será el del filial. Y, de ese grupo homogéneo, quiero poder elegir once para jugar cada domingo sin ningún tipo de problemas. Me da igual que se llame fulanito, o menganito, o zutanito. O que tenga 20 años o 30. O que gane equis millones, o gane dos equis. Me da exactamente lo mismo. Cuanto más gane un futbolista, mejor para él. Yo, a la hora de hacer las alineaciones, no miro eso. Valoro solo el rendimiento del hombre, no el nombre del jugador.


Enlazando con el principio, esta teoría suya advierte que varios jugadores del equipo del descenso le sobran de manera inminente en el vestuario.


Muchos de los jugadores del actual Zaragoza se generaron ese gran nombre que tienen a través de un gran rendimiento en el pasado. Pero en el fútbol, como en el resto de las cosas de la vida, igual que te generas un prestigio a base de rendimiento y calidad, lo pierdes si un día no eres capaz de demostrar esa valía y esa actitud que te encumbró. Eso lo tengo muy claro.


Es evidente que su fichaje por el Real Zaragoza ha encontrado en todos los sectores, sin excepción, un excelente grado de acogida. Usted es consciente que, de entrada, ha caído de pie en unos momentos muy difíciles. Al menos va a trabajar de inicio con esa tranquilidad moral.


Yo siempre procuro estar tranquilo conmigo mismo, al margen de las circunstancias externas. Siempre me acuesto por las noches con la conciencia tranquila por mi modo de actuar con todo el mundo. Ahora bien, está claro que agradezco a la afición del Zaragoza que está depositando en mí. Pero quiero advertir que yo no gano partidos. Son los futbolistas, con su trabajo y compromiso, los que nos hacen a los cuerpos técnicos buenos o malos. Mi misión va a ser la de trasladar unas ideas y unos conceptos que ayuden a que ese trabajo y compromiso derive en triunfos y en el ascenso final. Pero todo el mundo ha de tener claro que, porque haya llegado Marcelino y su cuerpo técnico, no está garantizado el ascenso a Primera División. Sería un grave error. Eso sí, que todo el mundo esté tranquilo porque voy a trabajar muchísimas horas para lograr sacar adelante el reto, que es una obligación, de lograr ascender.