CARRERA DE ULTRAFONDO

Luis Muñoz: «Sables ha sido una supervivencia constante»

El atleta zaragozano, que consiguió acabar en 39ª posición, reconoce que lo más duro no es la carrera en sí, si no las condiciones en las que deben vivir los participantes durante una semana.

Luis Muñoz ocupa en estos momentos el puesto 38 en la Marathon des Sables
La cruzada desértica de Luis Muñoz
OLIVER DUCH

«Ha sido muy duro. Son siete días por el desierto en los que la organización solo te suministra agua y una jaima abierta. Casi no lo he asimilado, pero estoy muy satisfecho». Son las primeras palabras de Luis Muñoz a su llegada a Zaragoza, tras haber finalizado el exigente maratón de Sables. «Ha sido mi primera participación y he conseguido acabar entre los 50 primeros», enfatiza de manera exultante.


Y no es para menos. La carrera, que cruza el desierto del Sáhara en una semana, pasa por ser una de las más duras del planeta. «No solo se trata de correr, ha sido una continua supervivencia. El calor, las tormentas de arena… Hay que tener en cuenta que se trata de coger una mochila con todo lo que puedas necesitar en siete días y salir a competir en condiciones extremas», detalla Muñoz.

Grandes contratiempos

El atleta zaragozano ha tenido que hacer frente al intenso calor desértico, una circunstancia a la que ha conseguido resistir de manera sobresaliente. «Venía del invierno de Zaragoza y ha sido un contraste enorme. Un día llegamos a estar a 51 grados con 2% de humedad. Pero la preparación que realizamos consiguió que no me pasase factura», explica Muñoz, que aclara que su experiencia previa como corredor de montaña también le sirvió para poder afrontar mentalmente las situaciones más complicadas.


«Sin duda el peor día fue la etapa larga. Me encontré bien y comencé a pelear con los de arriba. Sin embargo, hacia el final de la jornada, me entró una pájara severa que me costó superar. Hay que tener en cuenta que ya llevábamos más de 100 kilómetros en las piernas», relata Muñoz, que confiesa que se emocionó cuando consiguió llegar a la meta, momento en el que supo «que tenía vencida la carrera».


Muñoz, que tenía idealizada la maratón de Sables antes de acudir a ella, afirma que ha cumplido sus expectativas, aunque le sorprendieron las condiciones en las que se encuentran los participantes. «Las noches son muy duras. Se llena todo el equipo de arena por el fuerte viento y no tienes una pared en la que resguardarte. Además, al día siguiente tienes que salir a correr con la misma ropa», cuenta.


Nuevos horizontes

Unas dificultades que, reconoce, le han hecho acabar «un poco harto», aunque, por el contrario, ya planifica sus próximos retos. «No sé qué tiene esto que hace que a los dos días se te olvide todo lo malo y solo te acuerdes de las buenas sensaciones», admite Muñoz, que pronto comenzará a preparar su asalto al Ultratrail del Montblanc. La cita francesa consiste en recorrer 166 kilómetros con un desnivel acumulado de casi 20.000 metros en menos de 46 horas. Una prueba que solo acaban el 50% de los participantes que toman la salida.


Finalizar allí con una buena posición sería una manera brillante de acabar el año para este bombero de Zaragoza, que no cierra las puertas a volver al desierto. «No quiero específicamente volver a Sables, pero no me importaría intentarlo en la ultramaratón de los cuatro desiertos, aunque para ello debo encontrar patrocinadores primero ya que se trata de una aventura muy cara», se sincera.