Que Jacob Burtschi tiene las horas contadas en el CAI es ya un secreto a voces, pese a que todavía nadie quiera hacerlo oficial. El club ha decidido prescindir de sus servicios porque considera que no ha dado el nivel que de él se esperaba. En estos momentos, directiva y jugador ultiman la rescisión de su contrato, una negociación que parece complicada debido a la diferencia de opiniones entre las dos partes implicadas. Por un lado, al club le gustaría que Burstchi recalase en el Lobe Huesca o bien en el Grupo Iruña Navarra, ambos de LEB Oro. Pero el jugador tiene claro que no quiere jugar en la segunda categoría del baloncesto español. Es más, sus deseos pasan por regresar a Alemania, donde tiene muy buen cartel, o marcharse a Francia o Polonia, en donde podría tener ofertas.

La salida de Burtschi del conjunto aragonés no se debe únicamente a lo sucedido en Manresa el pasado domingo, donde apenas llegó al minuto de juego. El club llevaba ya una semana negociando su salida y hablando con los responsables deportivos, tanto de Huesca como de Pamplona para una posible cesión del jugador. Sin embargo, no fue hasta el mismo domingo cuando, tras el partido, Willy Villar se reunió con el agente del americano para tratar el tema.

Tal y como está el 'lock-out', a la entidad zaragozana podría interesarle una cesión temporal del alero a un equipo cercano. De este modo, y dado que parece claro que el CAI fichará en las próximas horas a un '3', si se reanudase la NBA en enero, José Luis Abós podría seguir contando con un jugador en esa demarcación. Sin embargo, ni a Burtschi ni a su agente les interesa esta opción. Si el club decide prescindir de él ahora, pretenden que sea definitivo.

Por el momento, la directiva le ha pedido al jugador que no se pronuncie hasta que se resuelva su futuro. Burstchi lleva desde el martes ejercitándose con el resto de sus compañeros pero él mismo sabe que su concurso en el partido del sábado ante el Real Madrid está prácticamente descartado.

El segundo corte de la era Villar

Jacob Burstchi no es el primer jugador al que le rescinden el contrato desde que Willy Villar se hizo cargo de la dirección deportiva del CAI Zaragoza, aunque sí el primero debido a su bajo rendimiento. En la temporada 2009-2010, el año del ascenso a la ACB, el club prescindió de Matt Kiefer, un pívot americano, pero en esa ocasión se debió a sus problemas físicos. Entonces, el club buscó un recambio rápido en la pintura. Un plan de actuación que parece que se repetirá en los próximos días, ya que la entidad zaragozana quiere hacerse con un '3' de garantías, procedente de la NBA. Su objetivo: Chandler Parsons.