UN ZARAGOZANO EN SUDÁFRICA

"Hacer un safari es espectacular"

Entre el partido de cuartos y el de semifinales, Vicente, vecino de Garrapinillos de viaje en Sudáfrica, ha aprovechado para hacer turismo. Aquí cuenta su experiencia haciendo un safari en el Parque Nacional de Chobe.

El lunes fuimos de Safari. Eso implica que nos levantamos a las 6.15 horas. Cuando amanece por aquí en estas fechas. Nos ha costado 2 horas llegar hasta la frontera de la vecina Botswana. Estos días estamos en Livingstone, en Zambia, un país mucho más pobre. La frontera es muy singular en muchas cosas. Por ejemplo, a las 17.00, cierra y queda cortado el contacto entre ambos países.


A los dos lados de la frontera hay una multitud de gente andando cargados con miles de bultos. Filas de un par de kilómetros de camiones a ambos lados de la frontera, esperan su turno. Suele durar la espera 15 días hasta que les toca pasar. La razón es que hay que atravesar el río Chobe y no hay puente. Deben pasar todos por un ferri con capacidad para un camión tráiler cada viaje. Les preguntamos que cómo no han hecho ya un puente en un sitio fronterizo tan estratégico y nos dicen que “se está pensando…” que en África las cosas primero se piensan mucho y luego se tarda más en hacerlo. Hay otra razón de peso, es que este puente beneficiaría a 4 países y no se ponen de acuerdo en cuanto debe costear cada uno de ellos.


Nos adentramos en el Parque Nacional Chobe durante casi todo el día. Por la mañana fuimos en 4x4 desde donde pudimos contemplar a escasos metros impalas, hipopótamos, jirafas, elefantes (peligrosísimos), águila pescadora africanas o cocodrilos. Hicimos un lapsus para reponer energías y aunque cambiamos de país la dieta era muy similar, la omnipresente barbacoa de carnes y pescado. Hoy nos hemos estrado con el Ñu (carne como el ternasco, pero más fina y sabrosa: exquisita) y con un pescado del río Chobe que entraba de maravilla con una salsa amarilla. Seguimos bebiendo sólo cerveza y todavía nadie ha encontrado las temidas diarreas. La cerveza sigue siendo servida templada y nunca fría.


Por la tarde, el safari fotográfico era por yendo con motoras por el río. Vimos búfalos en el río, cocodrilos tomando el sol o lagartos de casi un metro. Lo mejor fue ver los elefantes con sus crías vadeando el río para llegar a una isla (donde Michael Jackson pretendió crear un hotel de super lujo y no le dejaron). Una manada de no menos de 60 elefantes pasó a unos 20 metros nuestros (por seguridad los guías no se acercaban más). Había tramos del río donde no tocaban fondo y era un espectáculo verlos nadar y sacar la trompa para respirar.


Especialmente emocionante fue cuando una pareja y su cría empezaron a pasar dejando al vástago al final. Hubo un momento en que se asustó y decidió volver a la orilla, rápidamente la madre se dio cuenta y volvió para ayudarle. Mientras el macho asistía al espectáculo desde el medio del río. Toda la familia ya reunida siguió cruzando el río con el pequeño apoyado en la espalda de la madre. Finalmente llegaron sanos y salvos. De nuestras horas de hoy por las carreteras de Botswana y Zambia me ha llamado la atención la gran cantidad de niños y jóvenes que hay en todos los sitios. Van libres, sin adultos que les supervises. Lo mismo al lado de la carretera que subidos a cinco metros de altura en los árboles. Igual que las manadas de monos vervet que nos asaltan.


En conclusión, parece claro que este continente tiene mucha energía y miles de cosas por hacer. Son tremendamente desorganizados, en todos los sitios donde vamos. Nunca tienen prisa. Como dicen ellos “Ustedes tienen los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo”. También vamos a visitar las Cataratas Victoria, una de las 7 Maravillas naturales del mundo.

¡Y esta noche, a animar a España!