La capital oscense fue una fiesta

Hasta casi el momento de inicio del encuentro han estado entrando espectadores en el campo.

Hasta casi el momento de inicio del encuentro han estado entrando espectadores en el campo del Alcoraz.


La mayoría a pie, por los accesos de la carretera de Zaragoza, el cerro de San Jorge, iluminado para la ocasión con la instalación de una docena de nuevas farolas y el sendero que atraviesa uno de los campos hasta las cercanías del hipermecado Simply.


También pudo verse algún taxi y varios autobuses de aficionados aparcados en el exterior, junto a las instalaciones del Club de Tenis Osca.


El buen ambiente podía vivirse ya desde los autobuses urbanos, que ha realizado una ruta especial desde la plaza de Navarra con salidas cada 10 minutos.


También estuvo llena hasta casi el último momento la terraza del estadio, donde fueron numerosos los aficionados que disfrutaban de la música y una

cerveza de última hora.


Disfraces, gorros y bufandas -pues las temperaturas

son muy bajas- todo vale para animar a los oscenses o a los culés en esta fecha histórica.


Las taquillas también estuvieron abiertas hasta minutos

después de que comenzaran a escucharse los nombres de los jugadores por los altavoces, en espera de algún rezagado.


En el exterior del campo y también en los accesos permanecen agentes de la Policía Local y Nacional, además de las ambulancias de los servicios de emergencia.