Un ecuador de sobresaliente y el reto de mantenerse

El Huesca ha firmado una primera vuelta inaudita y ahora sueña con validar las estadísticas de los campeones de invierno: los últimos once años han subido todos.

Melero es abrazado por Cucho Hernández, junto a los centrales Pulido y Jair, durante la celebración de un gol de esta temporada.
Melero es abrazado por Cucho Hernández, junto a los centrales Pulido y Jair, durante la celebración de un gol de esta temporada.
Rafael Gobantes

La Sociedad Deportiva Huesca ha experimentado este curso una firme y homogénea evolución que fue trazada sobre los bocetos del modelo anterior. Con las ideas del nuevo y entusiasta técnico, Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, y tras el cambio de cromos del verano, a tenor de los resultados muy provechoso, el equipo altoaragonés ha ido solidificando su estructura en el rectángulo de juego para crear un bloque ganador reconocible tanto por su estilo como por sus nombres. Más de once, por cierto, como demostró el Huesca el pasado domingo ante el Oviedo (1-1). Un Huesca que a base de conjugar muchos factores se ha catapultado hasta el liderato, donde lucen los colores azulgranas desde hace ocho jornadas. Si la última versión de los oscenses, con Anquela la pasada temporada, reconvirtió un planteamiento modesto por la consecución de un éxito sobresaliente (la disputa del ‘play off’ de ascenso), la actual, en la apertura del 2018, parece haber ampliado decididamente sus miras más allá de cualquier frontera conocida en la historia del club. El reto se llama Primera División.

Vivir unas vacaciones de Navidad desde la máxima altura clasificatoria y regresar a la competición con un sacrificado empate, ante un rival en racha y con varias bajas importantes, han alimentado aún más la voracidad de un vestuario hambriento por condición natural. El Huesca, eso sí, sabe que no debe caer en la autocomplacencia ni perder el norte. Además, necesita mantener intactas sus coordenadas futbolísticas para poder transformar el título honorífico de campeón de invierno por un billete veraniego a Primera.

Esto es lo que quiso decir el lunes Gonzalo Melero, quien luce en los partidos el brazalete de capitán. El mensaje del madrileño incidió en la nueva retrospectiva para la temporada en la SD Huesca. La idea ahora es la de agarrarse con todas sus fuerzas a la primera posición o, al menos, a la zona de ascenso directo. Para lograrlo, "tenemos que luchar contra nosotros mismos", aseguró el centrocampista madrileño, quien confía en ratificar las estadísticas, esas que dicen que en los últimos once años todos los campeones de invierno han acabado tomando el camino de subida a Primera.

Números sin precedentes

Por el momento, con toda una segunda vuelta por delante, el Huesca sigue felicitándose por lo acontecido en la primera. Porque no existen precedentes de una llegada al ecuador de la competición con semejante fuerza. Así, en las anteriores siete temporadas en Segunda, el equipo oscense tenía como récord los 29 puntos. Databa de la 2008/2009, la del estreno de plata, que dista un mundo de los 40 puntos con los que ha cerrado la primera parte del calendario en este curso 2017/2018.

Ese número es solo la punta de lanza de un aluvión de registros aciberados. Naturalmente, el más llamativo es el de su primera posición, que mejora el undécimo puesto del pasado ejercicio (con 12 puntos menos). Las once victorias, los 32 goles anotados, los 15 encajados o tan solo tres derrotas decoran un magnífico recorrido

En el mismo sobresalen algunos nombres en el plano individual. Es el caso del antes mencionado Melero, que aparece en los primeros puestos de casi todos los ránquines principales. El madrileño es el máximo goleador junto a Cucho Hernández, siendo el segundo que más dispara a puerta por detrás del colombiano. Ferreiro, con 6, es el mejor asistente, mientras que Aguilera es el pulpo azulgrana con 134 recuperaciones y el defensa Pulido es el que más pases ha efectuado (852). En tiempo de juego lidera el portero Remiro, único con pleno de minutos en liga (1.890).

En otro orden de cosas, la plantilla retomará este miércoles la actividad en el Pirámide después de haber tenido ayer jornada de asueto. Además, en el club trabajan intensamente para tratar de resolver en los próximos días el fichaje de un portero. No es el único movimiento pendiente en el mercado invernal, con la intención en el Huesca de poder complementar algunas posiciones para reforzar aún más un plantel que hasta la fecha ha demostrado su solvencia.

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