Hasta la fecha, la SD Huesca no se ha distinguido por ser un conjunto excesivamente goleador. De hecho, a pesar de afrontar el gran derbi aragonés en una cómoda quinta posición a solo dos puntos del ascenso directo, hasta once equipos de la categoría han demostrado poseer mayor acierto que los oscenses de cara a la portería rival. Precisamente es ahí, bajo los palos, donde se halla uno de los principales responsables del gran estado de forma que atraviesa el cuadro de Rubi. Su portero Álex Remiro es en estos momentos el menos goleado de la competición, después de haber recogido tan solo ocho balones de su portería en los 12 partidos que ha disputado.

Una condición, la de Zamora, que el guardameta navarro atesora junto a otro viejo conocido de la parroquia oscense. Sergio Herrera, aquel que recientemente logró la proeza de detener tres penaltis en un mismo partido ante el Cádiz, presenta unos registros idénticos a los de su sucesor en la portería de El Alcoraz: ocho goles encajados en doce partidos, lo que se traduce en un coeficiente de 0,66 goles por encuentro.

Las similitudes entre ambos son tales que, además de haber compartido a Adrián Mallén como entrenador de porteros durante sus respectivas etapas en la ciudad altoaragonesa, ambos han sido capaces de dejar el mismo número de ocasiones su portería a cero: seis. Es decir, el 50% de las veces que se han enfundado los guantes esta temporada. Casi nada. "Lo más importante es que el equipo gane. De momento estamos tranquilos y lo que queremos es estirar esta racha. Mientras sirva para que el equipo esté arriba es algo a lo que no le doy mucha importancia", asegura Remiro, restando importancia a su categoría de guardameta menos goleado de Segunda.

El Huesca buscará este lunes ante el Real Zaragoza encadenar su tercer encuentro consecutivo sin recibir gol. Las dos últimas jornadas, ante el Cádiz y el Albacete, los de Rubi dejaron su portería a cero en dos choques de muy distinto calibre. Ante los gaditanos, en unos primeros 20 minutos, con seguridad, de lo mejor que se ha visto en lo que llevamos de temporada en El Alcoraz, los oscenses superaron por la mínima a un rival que apenas inquietó el área altoaragonesa. Por contra, la semana pasada, en el Carlos Belmonte de Albacete, el Huesca conquistó un punto gracias, principalmente, a que los postes repelieron en dos ocasiones sendos libres directos emitidos de forma extraordinaria por Néstor Susaeta.

Con anterioridad, el Huesca había terminado imbatido ante el Lorca, Sevilla Atlético, Valladolid y a domicilio en Almería. En total, cuatro de los seis encuentros sin encajar gol han sido en El Alcoraz. Un hecho que refleja la fortaleza del conjunto oscense delante de su afición, ante la que no pierde en partido oficial en liga desde el pasado 4 de febrero, precisamente ante su próximo rival, el Real Zaragoza.

Un equipo, el de Natxo González, que todavía no ha conseguido adquirir el sello que distinguió al técnico vitoriano durante su reciente paso por el Reus, donde encajó 29 goles en 42 jornadas, siendo el equipo menos goleado de la competición, incluso, por delante del intratable Levante (32). Los zaragozanos, con Cristian Álvarez asentado en la portería, promedian un gol en contra por partido.