El Molinón marca el listón del Huesca

Los oscenses se enfrentan al Sporting de Gijón con la voluntad de dejar atrás el cansancio y mantenerse en la parte alta.

El Huesca solo ha tenido dos sesiones de entrenamiento en sus instalaciones esta semana.
Entrenamiento del Huesca en el IES Pirámide
Rafael Gobantes

Ya asoma el pico del particular ‘ochomil’ al que tenía que hacer frente al Huesca en esta semana, y los jugadores oscenses, lejos de acusar la falta de oxígeno, apelan al último esfuerzo para, si no alcanzar la excelencia en el ascenso, al menos rozarla. Los 90 minutos que les enfrentarán ante el Sporting de Gijón esta viernes a partir de las 21.00, representan ya el último tramo antes de que el equipo de Rubi pueda descansar, pero supone uno de los de mayor exigencia, por la entidad del rival, el espectacular escenario y también el cansancio acumulado.

De los doce puntos que había en juego en doce días, y con todavía tres por disputar, los oscenses han logrado sumar siete, por lo que un triunfo en El Molinón mantendría al Huesca en una posición privilegiada después de superar una de las partes más empinadas del calendario. Para ello, deberán dejar atrás el varapalo anímico que supuso el empate contra el Reus del pasado martes, cuando los catalanes igualaron en el tiempo de descuento un encuentro dominado por los oscenses en la primer parte, pero en el que las fuerzas se igualaron al llegar al tramo final.

Recibir un gol en el 91 siempre implica un golpe anímico, y más al cortar la racha de tres victorias consecutivas que acumulaba el Huesca, que se había impuesto en jornadas anteriores a Valladolid, Rayo Vallecano y Almería, escalando hasta la parte alta. Por eso, vencer este viernes sería un triunfo de los que llevan valor añadido, otorgando al Huesca un nuevo galón en su uniforme, ya que el Sporting se erige como uno de los peces gordos de la categoría.

Pero al margen del rival, el conjunto de Rubi también deberá competir contra sí mismo en El Molinón, pues además de los 180 minutos de competición sobre el césped, los jugadores azulgranas acumulan el inevitable desgaste de dos desplazamientos tan duros como el de Almería y el de Gijón. Este último tuvo al conjunto oscense en la carretera durante toda la jornada del jueves, ya que el Huesca realizó el viaje en autobús.

Esta circunstancia puede ser una de las más determinantes a la hora de dibujar la pizarra de Rubi, que ya admitió tras el empate del pasado martes contra el Reus que había notado cansancio en sus hombres. En base a ello, se presume que habrá cambios en el equipo que saldrá de inicio esta tarde en Gijón, en busca de esa frescura a la que siempre apela el entrenador azulgrana.

Aunque han sido escasos los entrenamientos del equipo previos al encuentro y se han llevado a cabo a puerta cerrada, se presume que Rubi retornará en defensa a la línea de cuatro de semanas anteriores, con Alexander y Akapo como laterales, y dejará a Rulo –que debuto ante el Reus–, esta vez en el banquillo. Los 180 minutos que acumula Sastre en la última semana hacen que Luso pueda ocupar su lugar; y Gallar y Vadillo, que salieron en el tramo final del encuentro, aportarían su explosividad al ataque, en detrimento de Ferreiro y Rescaldani.

Todo esto supondría una auténtica revolución en el conjunto oscense, en la línea habitual del técnico, que por ahora ha acertado en sus decisiones, logrando convertir en candidatos a titulares a casi todos sus jugadores, jornada tras jornada. Por ahora con excelentes resultados, teniendo como principal referencia para esta tarde el encuentro ante el Almería del sábado anterior.

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