Cuando los aficionados al fútbol piensan en el estadio de El Sadar, a su mente se asocian irremediablemente recuerdos de partidos de marcada aspereza para el visitante de turno. Al compás de una acalorada hinchada, que aprieta casi por igual sea cual sea el encuentro y la categoría en la que milite su equipo, el Atlético Osasuna suele crecerse en Pamplona, donde propone un duelo de la máxima complejidad desde antes incluso de que el colegiado decrete el inicio del mismo. Más allá de la presión ambiental, siempre candente, en esta temporada el conjunto navarro es, además, uno de los enemigos de la más alta consideración en Segunda. Lo es porque dispone de una plantilla amplia y de calidad, confeccionada con el único objetivo de retornar a Primera División por la vía rápida. Por eso, la Sociedad Deportiva Huesca sabe bien que este sábado (18.00) le tocará redoblar esfuerzos para tratar de pescar en un río caudaloso que ahora baja un poco revuelto por el mal arranque de campeonato. Será, por tanto, un examen fidedigno para obtener datos que desgranen el nivel real y actual del equipo que adiestra Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’.

El Huesca estrenó el curso con derrota en Soria (1-0) en un partido que reflejó algunas grietas, las cuales parecieron quedar solapadas en la victoria por 2-0 ante el Lorca, en el que fue el primer compromiso oficial en El Alcoraz. Los altoaragoneses mostraron un espíritu más ofensivo y taparon las vías de agua que terminaron en naufragio en Los Pajaritos. En definitiva, ofrecieron un tono colectivo sólido que El Sadar y Osasuna escudriñarán al milímetro.

Para el vestuario oscense, el del sábado es "un partido bonito, el que quiere jugar cualquier futbolista", explicó el defensa Jair Amador, quien aseguró que el Huesca saltará "a por los tres puntos, a intentar aprovechar el inicio irregular que han tenido". Y es que, en efecto, el retorno a Segunda del Osasuna, con el andaluz Diego Martínez como técnico, ha resultado más discreto de lo que se podía vaticinar. Un empate ante el Sevilla Atlético en casa (1-1) y una derrota en León (2-1) conforman el saldo pamplonica. Sin embargo, esos resultados no despistan al Huesca: "Hay que estar más duros y fuertes y la que tengamos arriba, a aprovecharla. Osasuna tiene muy buen equipo, aspiran a estar arriba y necesitaremos mucha concentración", destacó Jair.

Bajo los palos de la portería local, un buen conocido del vestuario oscense, Sergio Herrera. El meta de Miranda de Ebro fue traspasado este verano desde la capital oscense en dirección a Pamplona. "Ya sabemos cómo es Sergio (Herrera), lo gran portero que es. Nos lo pondrá difícil pero nosotros vamos a hacer nuestro partido y vamos a intentar ganarlo", opinó Jair acerca de su ex compañero, un Herrera que mostró agradecimiento al Huesca por brindarle "la oportunidad de jugar en Segunda. Siempre le voy a tener un cariño especial y le voy a desear lo mejor".

Otro ex azulgrana con pedigrí, el centrocampista Fran Mérida, forma parte de ese vasto listado de jugadores de renombre que pisan el vestuario de Osasuna, a donde han llegado, entre otros, los delanteros David Rodríguez (Alcorcón) y Quique González (Almería), los medios Coris (Girona) y Torró (Oviedo) o el central Aridane (Cádiz). Aparte de Mérida, entre los que continúan de su paso por Primera destacan Torres, De las Cuevas o Tienza.