El Huesca se levanta para seguir soñando con el ascenso

Camacho, en el minuto 93, iguala un partido que el Getafe mandaba por 0-2 tras el descanso

Imagen del primer enfrentamiento Huesca-Getafe.
Imagen del primer enfrentamiento Huesca-Getafe.
Rafael Gobantes

Todo parecía estar perdido. De hecho, no era un simple viento embravecido, era un gran huracán lo que soplaba en contra de la Sociedad Deportiva Huesca, que miraba al marcador mediada la segunda parte (0-2) y no podía creer que las circunstancias del partido se hubieran tornado tan adversas. Porque fue el equipo local el que propuso, el que quiso mandar en su estreno en un ‘play off’ de ascenso a base de juego, pero se encontró con un enemigo especialista en moverse sobre terrenos pantanosos y aplicarse en el barro con extrema dureza. El Getafe está conformado por una plantilla sensacional, si bien con Bordalás en el banquillo esa calidad tan marcada de sus jugadores pasa a un segundo plano. Prima el equilibrio y la seguridad. Por eso resultó todavía más positivo para el Huesca el ser capaz de levantar ese resultado tan adverso y arrancar un empate que mantiene vivo el gran sueño oscense: el ascenso a Primera División.

El debut azulgrana en la promoción ascenso concluyó entre mensajes de aliento y con una afición entregada por la reacción de casta que protagonizó su equipo. Con una batalla por delante en el Coliseum Alfonso Pérez, el corazón del Huesca conserva sus altas pulsaciones.

Como consideraciones previas al partido, el técnico Juan Antonio Anquela, como era lógico, apostó por el bloque de jugadores que han sido alineados en los últimos encuentros del campeonato liguera. La única modificación con respecto a los once que saltaron en el Ciudad de Valencia fue la inclusión de Jair por Íñigo López en el centro de la zaga. El resto, los habituales. En el Getafe, por su parte, la entrada de David Fuster fue la novedad más importante planteada por José Bordalás.

Impulsado por el recibimiento del público, bajo un ambiente sensacional, ni el calor ni varias faltas duras del Getafe pudieron evitar que la puesta en escena fuera claramente enfocada para el equipo de casa. Un par de centros laterales y algún intento de acometida desde la segunda línea o en largo hicieron ver que al Huesca, pese a lo extraordinario de la situación, no le temblaba el pulso.

El equipo visitante, a imagen y semejanza de la filosofía de su entrenador, se empleó a fondo para detener el ímpetu azulgrana. Faltas y más faltas. La verdad, tampoco es que sorprendiera esa actitud teniendo en cuenta cómo se las gastan habitualmente las escuadras dirigidas por el preparador alicantino.

Fruto de esa intensidad del Huesca a los catorce minutos los dos medio centros azulones (Faurlín y Sergio Mora) cargaban con una tarjeta amarilla. Justo antes de la segunda amonestación surgió una jugada muy peligrosa para el bando anfitrión. Ferreiro montó la contra y Samu la continuó con un servicio en largo a Vadillo que atrapó el portero Guaita.

Poco a poco fue menguando el fulgor oscense y el Getafe, poco a poco, empezó a discutir la posesión de la pelota. Sin embargo, lo más destacado por parte madrileña, aparte de un envío en largo que Brezancic le sacó a Chuli cuando en la antesala de la meta altoaragonesa, seguía siendo la desmedida fuerza para frenar cada intentona del Huesca. Tanto que Faurlín se pudo haber ido a la calle en el minuto 30 por doble amarilla. El público fue muy crítico en esa fase del choque por entender que existía una disparidad de criterio en el colegiado.

El Huesca logró acercarse nuevamente a las inmediaciones de la meta defendida por Guaita. Fue Samu quien disparó sin la suficiente fe tras una dejada de Melero. A renglón seguido, en el minuto 37, una falta lateral de Vadillo, mandada con veneno al área visitante, se paseó sin que nadie acertara a poner el pie. Por centímetros no alcanzó el esférico el central Carlos David.

De ahí al cierre del primer parcial, dos despistes defensivos del Huesca en sendos saques de banda permitieron al Getafe lanzar dos córners seguidos. Sin consecuencias. No hubo más.

La segunda parte se presentaba plena de emociones. Daba la sensación de que si el equipo aragonés mantenía esas pulsaciones podía ser capaz de demoler a su granítico rival. Sin embargo, todo el gozo se quedó en un pozo, ese que está once metros más allá de la línea de gol. Desde ahí, desde el punto de penalti, el Getafe inauguraba el marcador. El ‘killer’ Jorge Molina tomó la responsabilidad y engañó a Herrera (0-1, minuto 51).

El escenario soñado por el conjunto visitante se hacía realidad. Estaba en su salsa. El Huesca trataba de recomponerse. Quería ir. Quería volver a apretar, aunque no encontraba el modo de hacerlo. Si el Getafe no había tenido ninguna prisa, menos la iba a tener a partir de entonces.

Por si la cosa pintaba mal para el Huesca, Jorge Molina aparecía en el segundo palo en el minuto 73 para remachar de cabeza a la red y situar el 0-2. No era una losa, era un rascacielos de doscientas plantas lo que se le había venido encima al bando altoaragonés.

Pero como el Huesca nunca rebla, apenas habían transcurrido sesenta segundos en el electrónico cuando Samu enviaba a Vinícius y el brasileño ajustaba adentro un disparo seco (1-2). Acababa de sustituir el delantero cedido por el Valencia a Borja Lázaro.

El Alcoraz volvía a rugir y la esperanza retornaba a las filas azulgranas. La distancia ya no era tan descomunal. Y menos que pudo ser si el meta Guaita no saca una brillante mano en una acción a balón parado que Carlos David, en boca de gol, se disponía a aprovechar.

Con David López en el campo, la estrategia se convirtió en el mejor aliado del Huesca. Así nacieron dos opciones, una en el 88 con un lío en el área con disparos y rebotes, y otra en un testarazo de Jair que no causó estragos.

El que sí que los iba a causar, y de qué manera, fue el incombustible capitán Juanjo Camacho. El choque agonizaba, con un Getafe que se había merendado a su manera casi todo el tiempo añadido, cuando el eterno capitán conectaba un cabezazo empujado por todo el Alto Aragón y ponía patas arriba El Alcoraz. Los partidos ya se sabe que no duran noventa minutos. En el 93 llegó la igualada definitiva. “Sí, se puede”, atronó desde las gradas. El sábado en Getafe (21.00) segundo capítulo de la eliminatoria.

FICHA TÉCNICA

SD HUESCA: Sergio Herrera, Akapo (Camacho, 77), Carlos David, Jair, Brezancic, Aguilera, Melero, Ferreiro, Vadillo (David López, 73), Samu Sáiz y Borja Lázaro (Vinícius, 74).

GETAFE CF: Guaita, Damián, Cata Díaz, Cala, Molinero, Faurlín (Lacen, 64), Sergio Mora, David Fuster (Dani Pacheco, 70), Portillo (Gorosito, 85), Chuli y Jorge Molina.

GOLES: 0-1 min. 51: Jorge Molina, de penalti. 0-2 min. 73: Jorge Molina. 1-2 min. 74: Vinícius.. 2-2 min. 93: Camacho.

ÁRBITRO: Aitor Gorostegui Fernández-Ortega (Comité Vasco). Amarilla a los locales Carlos David, Ferreiro, Jair y Borja Lázaro, y para los visitantes Faurlín, Sergio Mora, Chuli y Portillo. Amonestado también el técnico del Huesca, Juan Antonio Anquela.

INCIDENCIAS: primer partido del ‘play off’ de ascenso disputado en el estadio de El Alcoraz ante 4.867 espectadores.

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