Allá por el mes de agosto, apenas se encontraban apuestas en las que la Sociedad Deportiva Huesca figurara como equipo de ‘play off’ de ascenso al cierre de las 42 fechas previstas. Por descontado que las que se dieron entonces fueron hechas por verdaderos románticos del balón o por seguidores azulgranas de sobrehumano optimismo. Por presupuesto, por margen salarial, por tradición en categorías profesionales. Existían argumentos sólidos jugando en contra. Nadie contaba con el Huesca. Sin embargo, otra vez el fútbol ha demostrado que en ocasiones, con decisión, trabajo, cualidades y compromiso, quedan equilibradas las desigualdades respecto a clubes de prominentes cuentas corrientes y pesados escudos. El Huesca lo ha demostrado. Al menos hasta la jornada 41, tras la que luce en una sexta plaza que le daría el acceso a la promoción hacia Primera.

Noventa minutos le separan de alcanzar un logro descomunal para una entidad como la altoaragonesa. Tan cerca y tan lejos: para protagonizar la mejor de sus funciones en Segunda División se enfrenta al campeón, el Levante, en su inaccesible estadio (20.30), a donde sí que accederán más de mil gargantas aragonesas. Si el Huesca protagoniza el epílogo perfecto a un curso que ya es de sobresaliente, si gana en el Ciudad de Valencia, aquellos ‘locos’ que se jugaron los cuartos el pasado verano habrán ganado una buena pasta. Con tres puntos el ‘play off’ es seguro. El resto de resultados abre un abanico de opciones en el que entran en escena el Real Valladolid y el Real Oviedo. Ahí, entre gigantes del balompié nacional, se ha encaramado el conjunto que se mueve bajo los designios de Juan Antonio Anquela.

La oportunidad del Huesca es única. Nunca en los más de 110 años de fútbol en la capital oscense un equipo se ha acercado tanto a la Primera División. La Tercera ha sido el hábitat en el que más ha respirado. La Segunda B fue hasta hace poco un bien preciado. Solo en la década de los 50, con dos grupos y otro formato, y como Unión Deportiva, hubo desde la división de plata un intento serio que no llegó a cuajar como lo ha hecho en este ejercicio 2016/2017. Ahora el entrenador andaluz ha gestado un bloque de altísima capacidad competitiva empeñado en contradecir la jerarquía de los teóricos favoritos al ‘play off’. "O morimos allí o no hay una segunda oportunidad", señalaba el jueves Anquela. El éxito de un lado pero del otro jamás el fracaso, "porque si no lo conseguimos volveremos a casa con la cabeza bastante alta", sentenció.

Con el mismo once inicial que en los dos duelos como local ante el Lugo (1-0) y el Numancia (0-0) tratará de protagonizar el Huesca su último capítulo triunfal de la temporada. Tras batir todos los récords acumulados en Segunda, es el paso definitivo para dar rienda suelta al sueño del ascenso. Una vez dentro, cualquier cosa es posible. Pero hay que entrar. Hay que derribar la puerta. Y no se antoja como una acción simple el conquistar el Ciudad de Valencia. Ni un solo equipo lo ha conseguido en toda la temporada. Diecisiete victorias y tres empates es el imponente saldo que arrojan los veinte encuentros del Levante como anfitrión.

Para tratar de doblegar "a un rival de Primera, que ha sido inmensamente superior a nosotros", en lo futbolístico "la paciencia y la cabeza" son los aspectos básicos a controlar en opinión del entrenador del Huesca, viejo zorro curtido en mil batallas que sabe bien que la sobreexcitación puede revolverse como un bumerán. Anquela tiene la única baja de Alexander González, concentrado con Venezuela. Hasta Valencia viajó ayer toda la plantilla.

Juan Ramón López Muñiz, técnico del Levante, cuenta tan solo con 18 jugadores del primer equipo, puesto que no están por lesión el delantero autor de 22 goles Roger Martí y Postigo. Además, el colombiano Lerma está ya en su país y Natxo Insa ha rescindido esta semana para marcharse a Malasia. Pese a no tener nada en juego, el entrenador mezclará titulares habituales y suplentes.

Como cantaba Serrat, hoy puede ser un gran día. Para el Huesca, naturalmente. Construir un futuro dorado que era impensable hasta hace bien poco se debate en el Ciudad de Valencia.