Un Huesca pletórico asalta Anduva para continuar su racha triunfal

Solo ha habido un equipo en el estadio de Anduva esta tarde en Miranda de Ebro: la Sociedad Deportiva Huesca. Los azulgranas han suscrito una inmensa actuación coral para sobreponerse a las numerosas e importantes ausencias del mejor modo posible, con un contundente triunfo por 1-3 que les asienta en la séptima plaza y les reivindica como aspirante al 'play off' de ascenso a Primera. El Huesca acumula siete jornadas sin perder, nueve encuentros sin caer como forastero y llega a los 46 puntos. El objetivo básico de la permanencia lo toca con la yema de los dedos. Acaricia también la entrada a la zona de promoción, que continúa circulando un punto por encima, en esos 44 que atesora el Getafe, que visitará el próximo sábado El Alcoraz. La ilusión se ha disparado en este domingo triunfal en el que el sueño de gloria del Huesca y de Huesca empieza a mostrar síntomas de realidad.

Ante la plaga de bajas que azotaba al Huesca esta semana, el técnico Anquela se decidió por la combinación que no conllevaba un cambio de dibujo. De esta forma, David López, que estaba fuera de los planes del 'míster' desde hace ya unas cuantas jornadas, se situó en el interior izquierdo para reemplazar a Vadillo, con Vinícius arriba en lugar del lesionado Borja Lázaro y Jair en sustitución de Íñigo López en el centro de la defensa. La idea era no tocar el planteamiento que tan buenos resultados le está dando, el 4-2-3-1. En el arranque del 2017, durante el breve período de depresión azulgrana, Anquela apostó en varias ocasiones por una defensa con tres centrales y dos carrileros. Esta vez no fue así. A tenor de lo que sucedió en el estadio castellano, la idea

Se esperaba un Mirandés enérgico en el inicio pero ha sido el Huesca el que ha saltado al verde de Anduva con las ideas más claras. Fruto de ello el premio no se ha hecho esperar. A los cinco minutos Samu Sáiz retiene una pelota en tres cuartos, la manda atrás hacia César Soriano para que este envíe en profundidad a Vinícius. El central Fran Cruz se la traga y el delantero brasileño controla orientado, se dirige hacia Roberto y dribla son serenidad al meta para embocar a la red. 0-1 para que se configurara el escenario soñado por los altoaragoneses.

Ha intentado reaccionar el Mirandés con las internadas de Guarrotxena por la derecha, bien resueltas por la zaga del Huesca. Fue solo un espejismo. Apenas un suspiro. Porque los forasteros, hoy con la cruz de San Jorge, han empezado entonces su particular recital. Tocaba y tocaba el cuadro visitante ante un equipo local con numerosas pérdidas en la zona medular. La solidez del Huesca hacía el resto.

Ha vuelto a asustar en el minuto 24 el conjunto oscense, con un disparo ajustado de David López que se ha marchado fuera por poco. Pero el Huesca no ha dejado de apretar el pie y casi a renglón seguido Vinícius ha sido derribado dentro del área pero el colegiado ha señalado córner. David López ha cogido su mira telescópica para enviar un regalo a Carlos David que el central, en su partido cien como azulgrana, no ha desaprovechado, de cabeza, en el 0-2 (minuto 28).

Los silbidos desde las gradas aún han puesto más nervioso al necesitadísimo Mirandés, incapaz de sujetar el fútbol combinativo de un Huesca que se ha gustado en esta fase del encuentro. Lo malo es que no ha sido capaz de apuntillar, porque Samu Sáiz se ha encontrado con la madera, con la cruceta exactamente, en una acción muy cómoda consecuencia del desbarajuste generalizado que dominaba en los burgaleses.

El campo estaba inclinado hacia la portería de Roberto. Primero Aguilera ha culminado un tuya-mía con David López y Vinícius, y después ha sido Melero el que no ha golpeado con precisión cuando el meta local estaba fuera de su arco. El propio Anquela ha colaborado en esa jugada, facilitando un rapidísimo saque de banda para habilitar al centrocampista madrileño.

Pero lo que son las cosas, el Huesca ha perdonado y el Mirandés ha resucitado. Además con un gol del ex azulgrana Urko Vera, a quien se le ha visto muy peleón y con ganas de reivindicarse ante el que ha sido su equipo hasta el mercado invernal. El cronómetro marcaba el minuto 45 cuando en el cuarto córner de los rojillos el ariete vasco ha recortado distancias gracias a un acrobático cabezazo. Su especialidad. El encuentro había vuelto a la vida.

Otra vez se ha repetido el guión del primer acto tras el paso por vestuarios. El Mirandés no ha sabido imponerse pese al impulso moral del 1-2 previo al descanso. No ha sabido o no ha podido. Enfrente ha estado un Huesca superior. Tres minutos habían pasado de la reanudación cuando una triple oportunidad en menos de sesenta segundos no les ha servido a los de Anquela. Sobre todo por las dos brillantes intervenciones de Roberto a los golpeos de Ferreiro y Melero. La jugada de ataque, larguísima, era un fiel reflejo del apabullante dominio visitante.

Sin embargo ahí estaba el ejemplo tan reciente de la primera mitad. Cuando el partido está de tu lado, cuando aparece tu momento, hay que ajusticiar al rival. Esa ley no escrita del fútbol era lo único que parecía interponerse entre el Huesca y los tres puntos. Pero no. A la cuarta fue la vencida. Desde la izquierda a la derecha, con Samu como hilo conductor, Akapo acaba cediendo sobre Ferreiro y su disparo rebota en la defensa burgalesa. Vinícius, en boca de gol, no perdona el 1-3. Los locales han reclamado fuera de juego pero Aurtenetxe, bastante despistado durante todo el choque, convertía la acción en legal. Así lo ha entendido el árbitro y su asistente. Habían transcurrido 55 minutos y el marcador volvía a demostrar que el Huesca, al menos ahora mismo, está varios pasos por delante de un Mirandés que se acerca peligrosamente a la Segunda B.

El técnico castellano, Álvarez De los Mozos, ha agotado sus tres cambios en el 59 en un desesperado intento de alterar un doloroso final que empezaba a parecer inevitable. Lo parecía y así ha resultado. El Huesca se ha dedicado a contemporizar, a tocar y tocar, a aplicarle unas gotas de cloroformo al partido para no pasar nuevos sobresaltos.

Por si al Mirandés le faltaba algo, Eguaras se ha ido a la calle por protestar en el minuto 65. Con diez los locales han dicho adiós a sus escasas opciones de meterse en la pelea. Ya no había tal. El Huesca ha continuado con sus rondos y el reloj ha ido avanzando sin sacudidas, sin nada que llevarse a la boca. Nada para los anfitriones, claro, porque los altoaragoneses, mientras tanto, se relamían esperando que el colegiado pusiera el punto y final. Antes aún ha habido tiempo para que Sastre y Bambock volvieran a ponerse la elástica del Huesca y hasta para que el canterano Javito se haya estrenado en Segunda sustituyendo a Samu. Tremenda victoria. 17 de los últimos 21 puntos han caído de su lado. La hinchada es incapaz de contener la emoción. Quedan once capítulos para cerrar el libro de la liga regular y el Huesca está en la pomada por el ascenso.

Ficha técnica

CD MIRANDÉS: Roberto, Quintanilla, Fran Cruz, Aurtenexte, Eguaras, Javi Hervás (Pedro, 59), Néstor (Sangalli, 34), Provencio (Álvaro Bustos, 59), Guarrotxena, Urko Vera y Álex García.

SD HUESCA: Sergio Herrera, Akapo, Carlos David, Jair, César Soriano, Aguilera (Bambock, 83), Melero, Ferreiro, David López (Sastre, 75), Samu Sáiz (Javito, 89) y Vinícius.

GOLES: 0-1 min. 5: Vinícius. 0-2 min. 27: Carlos David. 1-2 min. 45: Urko Vera. 1-3 min. 55: Vinícius.

ÁRBITRO: David Medié Jiménez (Colegio Catalán). Amarilla para el local Sangalli y el visitante Akapo, Expulsado en el minuto 65 Eguaras, del Mirandés, por doble amonestación.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 31 en el estadio de Anduva ante 3.092 espectadores. Presencia de un grupo de seguidores del Huesca.