Así fue la primera parte
El Real Zaragoza se retiró al descanso con ventaja por la mínima: uno a cero.
Un gol de Alfredo Ortuño, marcado desde el punto de penalti en el minuto 20, mandaba al descanso en el marcador. Fue el propio Ortuño el que provocó el penalti, después de que Diamanka le sirviera un balón en profundidad y que el delantero centro del equipo aragonés peleó con inteligencia.
El Real Zaragoza, sin un juego brillante, sí que estuvo serio sobre el terreno de juego. Su presión en la zona ancha fue, posiblemente, la mejor arma. Wilk y Diamanka dieron pulmón al equipo, fuerza y cierta superioridad, para, a partir de ahí, construir el juego ofensivo.
La gran novedad en la alineación de Ranko Popovic ha sido la ausencia de Albert Dorca, hasta ahora prácticamente intocable.
El Tenerife casi no pudo crear peligro.