El dilema de los cuatro centrales

Rubén González y José Fernández se juegan la única plaza en duda contra el Numancia.

Popovic observa a Rubén en un entrenamiento
Popovic observa a Rubén en un entrenamiento
Guillermo Mestre

Aunque la derrota contra el Betis fue aparatosa, Ranko Popovic no prevé darle demasiadas vueltas a la alineación del equipo que debe medirse el domingo al Numancia. El técnico sacó conclusiones positivas de las pasajeras fases de buen juego y quiere darle continuidad a ese bloque. Únicamente tratará en los próximos entrenamientos de gestionar su principal dilema: si repite una línea defensiva poblada de centrales o da entrada a José Fernández en lugar de Rubén.


El regreso del Real Zaragoza a los entrenamientos sugirió que Popovic incidirá sobre el equipo que naufragó en Sevilla en la pasada jornada. En las diversas pruebas que practicó con balón (siempre con terreno de juego y equipos reducidos de nueve futbolistas más el portero), mantuvo juntos a nueve de los diez jugadores de campo que fueron titulares contra el Betis: Vallejo, Mario, Cabrera, Dorca, Basha, Natxo Insa, Jaime, Pedro y Borja Bastón. Ellos, más Bono, tienen plaza fija en la alineación del próximo domingo frente al Numancia. Este continuismo puede presentar tan solo un matiz. Depende, esencialmente, de si Popovic conserva la defensa de los cuatro centrales, con Vallejo y Cabrera blindando los laterales. O, si por el contrario, apuesta por José Fernández en el flanco defensivo derecho. En este caso, Rubén será el damnificado.


El entramado táctico no variará. Popovic ha optado por un equipo de perfil bajo, más recogido, reactivo, gladiador y austero que aquel modelo que tan buenos resultados ofreció hace dos meses y medio. Prescindiendo del mediapunta, ha sacado de la pizarra un 4-3-3 fundamentado en la carga de trabajo de Dorca, Basha y Natxo Insa. Es un epicentro con limitaciones creativas y enfocado a la corrección táctica, el robo y el contragolpe, el éxito en la segunda jugada, la intensidad elevada, jugar más juntos... Esta es su nueva apuesta y al Zaragoza no se le presagian variaciones por aquí. Tampoco por arriba. Este centro del campo de mayor capacidad defensiva, más la presencia en los laterales de centrales naturales como Vallejo y Cabrera, permite descargar de esfuerzos defensivos a sus extremos, más delanteros y liberados que nunca: Pedro y Jaime. Ellos juegan con este sistema más cerca de Borja que de los medios. Por este lado, Popovic parece convencido. Más dudas presenta en defensa. Contra el Betis, su plan fracasó. Potenció la protección de los laterales con dos especialistas defensivos, Vallejo y Cabrera, construyendo así con Rubén y Mario una línea con cuatro centrales naturales.


Este recurso está encaminado a reducir la frecuencia de centros del rival desde los extremos, mejorar el blindaje en el segundo palo y ganar calidad defensiva en los balones aéreos en el área. En Sevilla, no funcionó. Los dos primeros goles del Betis, los decisivos, llevaron el mismo guión: nacieron en la zona de Cabrera y los centros no fueron ganados ni por Rubén ni Mario, ni por Vallejo en el segundo palo.


Esta versión de los cuatro centrales cuenta, además, con otro efecto secundario: el equipo pierde salida y recorrido por los laterales. En sus principios, Popovic concedió especial relevancia a esto (de ahí su insistencia en Rico) y el Zaragoza atacó con éxito desde los laterales. En los últimos partidos, en cambio, Popovic ha preferido corregir desequilibrios desde la banda. De cómo enfoque esta cuestión dependerá su elección contra el Numancia: si Rubén y los cuatro centrales o Fernández y más vuelo en el lateral.