El inicio de la escalada final

El Zaragoza debe reencontrarse hoy con la victoria en La Romareda frente al Alcorcón para seguir defendiendo la sexta plaza.

Ranko Popovic y los futbolistas del Real Zaragoza en el inicio del entrenamiento a puerta cerrada en La Romareda.
El inicio de la escalada final
Oliver Duch

Popovic desea que el triunfo del pasado domingo en Santander signifique el inicio de la definitiva racha positiva que meta al Real Zaragoza en el vagón de la pugna por el ascenso a Primera. Que, pasado el último bache de cinco partidos seguidos sin ganar, lo que ha sido el socavón más serio de lo que va de curso en cuanto a duración, el equipo zaragocista acelere progresivamente en los dos últimos meses de competición para llegar en cabeza al esprint.


Con este mandamiento como lema de cabecera, el equipo aragonés afronta hoy un duro partido en La Romareda frente al rocoso Alcorcón. Es obligado ganar, como lo va a ser cada día hasta el 7 de junio, ya que hoy arranca la última docena de partidos de esta larga y tortuosa liga de Segunda. El tramo postrero donde van a retratarse los 22 componentes de la categoría. El recorrido definitivo para esclarecer la clasificación final.


Y el Zaragoza salta a escena con la ventaja de portar la 6ª posición antes del inicio de esta ya crucial jornada 31ª. Del pelotón que aspira a meterse en la promoción, es el mejor colocado. Por lo tanto, el que parte con mayores opciones de lograrlo si cumple con los mínimos a los que obliga su rol, su historial, sus necesidades como club, el volumen de su calado social y el potencial de su afición. Ponferradina, Leganés, Numancia, Lugo, Llagostera, el Alcorcón –rival de hoy–, Mirandés... todos los perseguidores, darían algo grande por emprender los últimos 12 partidos del torneo en el puesto donde se ubica el cuadro zaragozano.


Definidas estas coordenadas de situación, el envite frente al Alcorcón requiere un buen estudio previo para que el equipo de Popovic salga exitoso al final de esta tarde. Primero, porque en el reparto de su alineación, además del internacional Vallejo, falta la pieza clave hasta hoy en toda la campaña: el ariete Borja Bastón, el pichichi de Segunda con 20 goles, el delantero diferencial en días obturados. Tampoco esta Eldin Hadzic, como sucederá hasta junio por su inorportuna lesión de menisco. Es decir, tampoco está el segundo mejor artillero, con 6 tantos. De hecho, de los goleadores natos de la plantilla, solo se verá de inicio en el campo a Pedro, que también con 6 dianas, es hoy la referencia más solvente que el entrenador zaragocista puede poner en liza. Willian José, que va a ser el sustituto natural de Bastón, solo ha anotado 4 en todo el curso y se presenta como una enorme incógnita como portador de la responsabilidad de encabezar el ataque blanquillo.


El Zaragoza es hoy un equipo mutilazo en su ataque. Tampoco estará en el pitido inicial sobre el césped Jaime, que con 5 goles es otro de los que han dado puntos a base de tino en las porterías rivales. Ni siquiera Álamo, que con sus 2 tantos puede presumir de haber visto puerta más de una vez.


Este es un hándicap que nunca se había dado. Muñoz y Popovic siempre pudieron alinear a la vez a jugadores que aportaban más del 75 y el 80 por ciento de los goles del equipo. Hoy, ese porcentaje está muy por debajo del 50. Es, por lo tanto, un día para inventar goleadores. Bien para que Willian se reivindique, bien para que Pedro se eche a la espalda al resto, bien para que goleadores con cuentagotas como Galarreta o Basha tiren de descaro en el área rival, o bien para que otros inéditos, como el joven Gil, Dorca o cualquiera de los defensas, línea inédita en las tareas anotadores (solo Rubén hizo uno al Tenerife), se estrenen por fin en una faceta que hoy el equipo les exige a todos, sin excepción.


Llega este enrevesado choque ante el Alcorcón como eslabón de continuidad en La Romareda al partido más feo del año, el de hace 15 días con el Lugo. Aquel 0-0 provocó los primeros silbidos al equipo en lo que va de competición, pitos que hirieron en el vestuario y que hoy se quieren cambiar por ovaciones. El ‘efecto Sardinero’, donde más de 1.200 zaragocistas hallaron la comunión perfecta con los futbolistas, se quiere amplificar esta tarde a todo el graderío.


Es el día del debut como titular en casa del juvenil Gil, aunque sea en ese raro papel de exterior derecho. También del regreso de Basha y la vuelta de Cabrera, Dorca y Fernández para rearmar algo el deslavazado equipo que Popovic maneja en el último mes a causa de las bajas por diversas causas. Hasta Jaime, desde el banquillo, apunta a reaparecer. En contraposición al temor que genera la ausencia de Bastón, estos son los alicientes de una tarde donde el Alcorcón de Bordalás va a suponer una dura reválida. En liza están 3 puntos claves para recuperar el optimismo.