"Si estás feliz en un equipo, los resultados llegan solos"

?Sus dos goles ante el Leganés, decisivos para retomar la senda de la victoria, son el símbolo de la recuperación del grupo, que se ha conjurado para a optar al ascenso en junio.

Borja Bastón abraza a Popovic tras su primer gol ante el Leganés
"Si estás feliz en un equipo, los resultados llegan solos"
A. Alcorta

Un doblete decisivo para ganar al Leganés. La mejor manera de poner fin a una mala racha goleadora.


No cabe duda de que fue un partido muy importante para mí, aunque la racha tampoco me parecía tan mala. Marqué frente al Girona hace cuatro jornadas. Sé que en un goleador las dinámicas suelen tener sus oscilaciones, está claro.


Pero su racha inicial, con 8 goles en 9 partidos, se devaluó después con solo 3 goles en los siguientes 10. Su rendimiento, evidentemente, había descendido.


No se puede estar toda una liga al más alto nivel. En una liga como la Segunda División, las rachas dependen de muchas cosas. Sea como sea, está claro que necesitaba volver a marcar y a cuajar un partido como este ante el Leganés. Ojalá sea el inicio de otro periodo de aciertos como el que tuve en la primera fase de la liga.


Sus dos goles llegaron con definiciones perfectas, llenas de calma y precisión. Todo lo contrario que la precipitación que provocó los fallos a bocajarro de días previos.


La manera de definir ante el gol es algo que surge instintivamente, en cada momento. Cada partido es diferente, cada jugada la acabas según fluye de tu cerebro en ese instante. Y ante el Leganés tuve suerte y acierto en mis decisiones, cosa que no pasó otros días porque, entre otras cosas, además de mí, los porteros también juegan. Anteayer, es evidente que vi con claridad la manera de transformar en gol los dos balones que me sirvieron perfectamente mis compañeros y todo salió bordado.


Cuando uno se ve solo delante del guardameta del Leganés, ¿se le viene a la cabeza el fallo en posición similar ante Javi Varas el día del Valladolid, o el error de Soria?


No, aseguro que no. En ningún momento me obsesiono con esas cosas. En el campo, soy muy de aprovechar el momento, de improvisar con cada pelota que manejo en el área. Los aciertos te dan ánimos, pero los errores acabas dejándolos olvidados enseguida. Si no, no se podría progresar nunca. Me gusta disfrutar de lo que hago, de los goles que consigo, de los triunfos de mi equipo. No estar dándole vueltas a las cosas malas. Creo que es una virtud que tengo. Es imposible que el recuerdo de un fallo me provoque después otro. No soy así.


Había cierta conjura en el vestuario esperando de nuevo sus goles decisivos. Se vio en ambas celebraciones. En el 1-0, usted se fue directo al banquillo y se abrazó a Popovic. ¿Qué había detrás?


Había prometido a Javi Álamo que, si marcaba gol, me iba a ir a dedicárselo a él. El entrenador, Ranko, y el segundo, Vlado Grujic, también han estado en los últimos tiempos muy encima de mí y me esperaban en cuanto volviese a anotar un tanto. Por eso lo hice así. Me abracé a todos los suplentes porque quise compartir algo tan importante con todo el mundo, tanto con los que estamos jugando como con los que están participando menos. Quise simbolizar que todos vamos en la misma dirección y que todos somos igual de importantes en la plantilla del Zaragoza.


Y tras el 2-0, se quedó tirado en el suelo con los puños apretados mirando al cielo. ¿Qué pensaba?


Que con ese gol teníamos el partido ganado y habíamos logrado la tranquilidad que tanto necesitábamos. Además, a esas alturas del partido estaba ya con las fuerzas escasas y con los gemelos apurados. Acabé fundido. El Leganés nos exigió mucho desgaste físico.


Todos los compañeros fueron pasando por su posición para celebrar su doble diana. Ese es un momento dulce para los goleadores, donde los demás les reconocen su importancia en el equipo.


Yo estoy muy contento este año en este vestuario. Todo el mundo está involucrado en la causa. Somos una piña y eso se refleja en momentos como este, que salen espontáneamente. Este grupo se merece lo mejor por su talante.


Ha acabado la primera vuelta con 13 goles. Promedio de 26. Este es su año, sin lugar a dudas.


Sí. Vengo progresando poco a poco y, esta vez, en el Zaragoza, he encontrado un club y unos compañeros con los que me está resultando fácil golear. Si estas feliz en un equipo, los resultados llegan solos.


Es ya el tercer doblete del curso.


Me gusta marcar goles que sirvan para ganar. Y los de anteayer lo fueron, como los de otros días. Eso es lo más importante para todos.


¿Lo siguen desde el Atlético de Madrid, su club matriz?


Yo, particularmente, no tengo ningún contacto con ellos. Es cosa de mi representante. Yo estoy muy feliz aquí y solo pienso en lograr el éxito con el Real Zaragoza.