"Valoramos el acuerdo positivamente, pero no es el convenio que nos hubiera gustado firmar". Christian Lapetra sintetizaba, en una sola frase, los pros y contras derivados del pacto con Hacienda que ha sellado el Real Zaragoza. La principal ventaja, garantizar la viabilidad del club, es tan grande, que los dirigentes han tenido que ceder en muchas otras cuestiones. Entre otras cosas, la Agencia Tributaria no ha aceptado extender la vigencia del acuerdo a más de ocho años, no ha anulado los apremios de 2,8 millones de euros que ha impuesto en el transcurso de las negociaciones (están impugnados ante el Tribunal Económico-Administrativo Central) y tampoco ha aceptado aplicar al pago inicial los 0,8 millones que ha embargado de las cuentas del club durante los últimos meses.

En el acuerdo, el Real Zaragoza ha reconocido una deuda de 30,5 millones de euros, de los que 7,9 corresponden a deudas aplazadas no vencidas y 22,6 millones a deudas vencidas. El pago de esta última cantidad es el que se ha negociado, y ambas partes han pactado un pago inicial de 3,9 millones -el 20% de la deuda del convenio- y pagos anuales de 2,3 millones mientras el equipo esté en Segunda División, que aumentarían a 3,7 si el equipo logra el ascenso y juega en Primera.

Sin embargo, estas cantidades engordan cuando se les suman los pagos de la deuda no vencida (7,9 millones), que el Real Zaragoza también deberá seguir pagando. En total, el club deberá pagar un mínimo de 4 millones de euros en Segunda División y de 5,4 millones en Primera. La diferencia entre ambos escenarios, de solo 1,4 millones, supone que el futuro de la SAD estaría mucho más despejado en la máxima categoría, donde los ingresos son mucho más elevados. "En Primera División tenemos toda la confianza en poder cumplir, sin muchos trastornos de caja, con los compromisos que se derivan de este acuerdo singular. En Primera, en el plazo de cinco años habremos devuelto la integridad de la deuda con Hacienda", aseguró Fernando Rodrigo, consejero del área económica del Real Zaragoza.

"La situación económica en Segunda División, el año que viene, sería una situación de tesorería muy compleja que nos obligaría a buscar recursos adicionales para poder atender las obligaciones de pago que se derivan de este convenio, porque es obvio que los ingresos en Segunda no dan para atender todos los gastos de explotación y además las obligaciones derivadas del convenio", ha añadido Rodrigo.

Esta temporada, sumando los más de seis millones que el Real Zaragoza pagó a Hacienda antes de que se trabaran los embargos, los que se devengarán hasta junio y los 4,5 millones que se abonaron este lunes, el club habrá pagado a la Agencia Tributaria unos 12 millones de euros esta temporada.