El riesgo de una brecha inalcanzable

El Zaragoza afronta los dos últimos partidos de la primera vuelta obligado a ganar.

Álamo, Fernández, Lolo y Whalley, desolados tras recibir el 0-1 del Valladolid el pasado domingo.
El riesgo de una brecha inalcanzable
G. Mestre

Dos jornadas quedan tan solo para que la liga de Segunda División alcance su ecuador. Ese hito clásico del campeonato de invierno, del primer balance parcial que evalúa la situación real de cada equipo tras consumirse la mitad del torneo. Y el Real Zaragoza las afronta necesitado de triunfos para no perder el hilo del grupo de cabeza, extremadamente exigente este año porque cinco equipos -Las Palmas, Sporting de Gijón, Valladolid, Girona y Betis- mantienen una cadencia de adición de puntos que está castigando con severidad a quienes se despistan, siquiera levemente, detrás de ellos. Y este ha sido el caso del cuadro zaragocista en varios partidos de los últimos dos meses donde, por causas propias y ajenas, ha dejado de acumular alrededor de una decena de puntos que han generado una brecha importante con los adversarios que conforma el vagón del ascenso a Primera en este pasaje de la competición.


Por ello, los aragoneses jugarán el domingo en el campo del líder, Las Palmas, en la penúltima cita de la primera fase liguera, a 11 puntos de distancia de los canarios: 28 tienen los zaragocistas por 39 los amarillos, al frente de la tabla. A la dificultad propia que presenta tener que afrontar este envite en casa del equipo que más fuerte se ha mostrado en lo que va de liga hay que añadir la presión que van a tener los zaragocistas por ganar.


Solo así lograrán aliviar la sensación de atasco que sufren en las últimas semanas. De lo contrario, con una nueva derrota en Las Palmas, los canarios se irán ya a 14 puntos de distancia (acabarán la primera vuelta en Vitoria) y la percepción de los zaragocistas sobre su aspiración de ascenso sufrirá un duro golpe bajo en el ánimo.


Realmente, el equipo de Popovic necesita los 6 puntos de estas dos últimas jornadas del primer acto liguero (la última, dentro de 10 días, será en La Romareda ante el modesto Leganés), de modo que pueda concluirlo con 34 puntos, más o menos la media mínima de los puntos que puede exigir en junio la pelea por ascender a Primera (en torno a los 68, como poco).

Pendientes de los seis de arriba.


La situación del Real Zaragoza, descabalgado de facto de la carrera con los demás equipos cabeceros en el negro mes de noviembre que se llevó por delante a Víctor Muñoz, no deja apenas espacio para más malas rachas o tropiezos inesperados. Aquella dinámica negativa en la que se enlazaron en cuatro semanas las derrotas ante Tenerife (2-3) y Sporting (3-1), el empate en casa contra el Betis (2-2) y el nuevo fiasco ante el Numancia (2-0), o sea, un punto sumado de 12 disputados, rompió el ritmo de un equipo que, hasta ese momento, parecía equiparable a cualquiera de los que ahora se le han escapado por encima de forma peligrosa.


Pese a la leve reacción ejercida por el ‘efecto Popovic’ tras el despido de Muñoz, el empate de Miranda y la derrota ante el Valladolid (un punto de seis en dos semanas) ha puesto al Zaragoza en situación de extrema necesidad. Por ello, además de ganarlo todo en sus duelos particulares, los aragoneses han de vivir mirando permanentemente la conducta del sexteto que circula por delante de ellos con mejor velocidad de crucero.


En estas dos últimas jornadas de la primera vuelta (ver cuadro adjunto), la reubicación de los zaragocistas entre los seis primeros depende de que su antecesor, la Ponferradina -que tiene dos puntos más- pinche en casa ante el vicecolista Racing o en su viaje a Alcorcón.


Y, asimismo, el reto de evitar que la grieta con el quinteto de cabeza se haga un abismo pasa por que el Betis -ahora 5º, con 6 puntos más que los blanquillos- se deje puntos en el Villamarín ante el Tenerife o en su viaje al campo del aún invicto Sporting de Gijón. Y, por supuesto, por que el Girona -hoy 4º, también con 6 puntos más que el Zaragoza- tropiece en Montilivi frente al Mallorca o después en su desplazamiento a Lugo. Ni que decir tiene que el Valladolid -3º con 7 puntos más- tendría que atascarse en Zorrilla ante el Alavés o en su visita al Llagostera. Y el Sporting, que aún no conoce la derrota y es 2º con 9 puntos más, debería patinar en Sabadell o en el duelo directo con el Betis. Las exigencias son ya, por tanto, de máxima presión.