El reto de la defensa

El equipo blanquillo, con muchas bajas en la zaga, se enfrenta a la necesidad de dejar la portería a cero tras 10 jornadas consecutivas encajando algún gol.

Lolo y Fernández defienden a Sandaza en el partido contra el Girona
El reto de la defensa
A. Navarro

Quizás no sea el mejor momento, con un equipo todavía empollando el libro de estilo del nuevo técnico y una plaga de bajas en el centro de la zaga, pero el Real Zaragoza necesita parar ya su hemorragia defensiva. El conjunto aragonés es el quinto que más goles encaja de toda la Segunda División. Recibe más que dos equipos que están en puestos de descenso, Racing y Llagostera, y se encuentra muy alejado en solidez defensiva de sus compañeros de la zona de promoción. Lleva 14 goles en contra más que el Sporting, 11 más que el Valladolid y 10 más que el Girona y la UD Las Palmas.


Pero la fragilidad defensiva del Real Zaragoza no solo deja en evidencia al equipo por comparación con otros clubes, sino consigo mismo. Mientras en las siete primeras jornadas no recibió tantos en cuatro partidos (Recreativo, Alavés, Llagostera y Mallorca), acumula ya 10 encuentros consecutivos sin que Whalley y sus compañeros logren dejar la portería a cero. En tres de esos partidos han encajado hasta tres goles: frente al Lugo (3-3), el Tenerife (2-3) y el Sporting (3-1).


Desde la llegada de Ranko Popovic no han recibido más de dos en ningún partido, pero tampoco han recobrado la solidez defensiva ni desde el punto de vista de la estadística ni desde el de las sensaciones. Tampoco se ha encontrado facilidades el entrenador serbio. Más que nada, porque ha tenido que construir el muro con los pocos ladrillos que le han dejado las lesiones. El partido de Soria, en el que el Real Zaragoza perdió 2-0, no solo dejó la despedida de Víctor Muñoz, sino también las lesiones de Mario y Vallejo, que había entrado para sustituir al primero.


Rubén ya estaba en la enfermería, por lo que a Popovic solo le quedó Cabrera, un central que en este primer tramo de la temporada había sumado más minutos como lateral que en su posición. Pero recuperó a Rico para la banda izquierda, le devolvió al uruguayo el puesto de central y reconvirtió a Lolo, como ya había hecho Víctor Muñoz durante algún partido. Con el onubense, que no es defensa y se le nota, y dos laterales con más prestaciones ofensivas que defensivas, como son Fernández y Rico, el entrenador ha logrado apuntalar el muro, pero no que deje de temblar cada vez que sopla el rival.


Si ha sobrevivido el Real Zaragoza a estos últimos partidos ha sido porque la pegada de su ataque es incluso mayor que su frágil blindaje. En la segunda parte del partido contra la Ponferradina, el conjunto berciano gozó de unas cuantas ocasiones claras, el Albacete fue capaz de meterle dos goles a Whalley y el Girona, que comenzó ganando el último encuentro y podría incluso haberse marchado al descanso con mayor ventaja, tan solo bajó su nivel de amenaza cuando se quedó con un jugador menos. Y aún así pudo empatar el equipo catalán en el tiempo añadido, tras un pase de la muerte al que no llegaron ni Sandaza ni Mata por pocos centímetros.

Faltas de entendimiento


En esta última jornada, las faltas de entendimiento entre los defensas fueron evidentes. Facilitaron el gol del Girona, en el que Rico se quedó atrás y rompió la línea de fuera de juego, dejando a a Mata en posición legal, y a punto estuvo de marcar el segundo Ramalho al borde del descanso. En esa ocasión fue Lolo el que no se coordinó con sus compañeros y tan solo un paradón de Whalley evitó un nuevo tanto del equipo de Pablo Machín. Sin Mario, líder de la defensa, Rubén, otro jugador con experiencia, ni Vallejo, muy rápido al corte, es normal que la zaga sufra, y más cuando coinciden cuatro jugadores que apenas han sumado minutos juntos.


Pero Popovic es consciente de que cuenta con uno de los mejores ataques de Segunda, y sabe que cuando el equipo logre dejar la portería a cero la victoria estará prácticamente asegurada, ya que sus delanteros en raras ocasiones se marchan sin marcar. En los 17 partidos que han disputado en Liga, tan solo en dos no han logrado perforar la portería contraria: hace poco, contra el Numancia, y en la primera jornada, en Huelva.