La importancia del cero

Adquirir la solidez defensiva figura en el manual básico para el éxito de cualquier equipo. Mantener imbatida la portería propia es sinónimo de puntos y, sobre todo, de confianza para el colectivo. El Real Zaragoza se ha revitalizado en las dos últimas jornadas gracias a sendos triunfos en los que Óscar Whalley no ha recogido ningún balón de sus redes. Un fenomenal impulso que el plantel celebra y se compromete a repetir asiduamente. Será la manera más efectiva de aspirar a grandes metas. 

Las sonrisas que ayer acompañaban a Leandro Cabrera, José Manuel Fernández y Jesús Vallejo delatan el dulce momento que devoran los integrantes de la retaguardia zaragocista. Escapar indemnes de los compromisos frente al Alavés (1-0) y el Llagostera (0-1) ha supuesto abandonar los puestos de descenso, dar un salto en la clasificación e imbuirse de una gozosa estabilidad. 

"Para eso estamos. Por suerte hemos cumplido con nuestra misión. Pero no encajar es un trabajo de todo el equipo. Todos los jugadores tenemos que recostarnos y trabajar en la presión, comenzando por Borja Bastón. La defensa comienza arriba, en campo contrario. Es un trabajo colectivo que lo estamos sabiendo hacer y que debe prolongarse durante todo el año", advierte Cabrera. El uruguayo, que ha sido recolocado por Víctor Muñoz en el lateral izquierdo, acepta su cambio de ubicación: "En el lateral izquierdo me encuentro bien. Ha coincidido que hemos ganado esos dos partidos y estoy muy contento por ello. Me estoy haciendo al puesto y parece que el entrenador está confiando en mí para ese cometido. Hay que seguir así". 

El montevideano esgrime la concentración como la clave que explica el resurgir aragonés: "Los partidos se ganan jugando al máximo y sin caer en las relajaciones. Las últimas dos victorias las hemos logrado por cosas que no tuvimos en otros choques, en los que nos empataron sobre la hora. La clave es la concentración durante los 90 minutos. No hay que bajar la guardia". 

El colista Mallorca asoma en el horizonte como inminente amenaza para quebrar la feliz trayectoria del equipo. Cabrera destierra cualquier amago de complacencia: "Es un partido peligroso. El Mallorca está último por varias circunstancias. Es cierto que recibe muchos goles pero también marca muchos. No hay que confiarse en ningún momento porque es un duelo trampa. Va a ser un encuentro muy importante. Encadenar tres victorias nos colocaría muy bien en la tabla. Además, jugamos en casa y hay que salir a ganar siempre".

Finalmente, Cabrera aplaude el empuje recibido de la afición: "Da gusto jugar de local en la Romareda. El ambiente está muy bien, con tanta gente apoyándonos. Esperamos que esta sea la dinámica durante todo el año. Debemos contribuir a ello con los resultados". Fernández asiente

El discurso de Fernández es similar al de su compañero de línea, con un especial acento en la fortaleza defensiva exhibida: "Siempre es importante dejar nuestra portería a cero porque estamos creando ocasiones y nuestro gol llega sí o sí, seguro. Estamos trabajando toda la semana para llegar el domingo bien y dejar los tres puntos en la Romareda. Sería muy importante lograr tres victorias consecutivas porque la afición se engancharía aún más y a los jugadores nos vendría también muy bien". 

El cordobés también desconfía de la escuadra balear: "Ahora mismo, la clasificación es engañosa. El Mallorca tiene una plantilla buenísima. Es una entidad de Primera División. Seguro que vendrán a quitarnos los tres puntos y no podemos dejar que así sea". 

Completa este trío Jesús Vallejo, el central que regresa tras una lesión. El zaragozano se apunta al desafío: "Me siento mucho mejor. Llevo entrenando con el grupo desde el martes por la tarde. Todavía me falta coger algo de ritmo de competición. Aún quedan varios entrenamientos hasta el domingo y creo que estaré a disposición del entrenador para salir de inicio".