El Zaragoza no maquilla su gris adiós

Los blanquillos se adelantaron con un gol de Roger tras un fallo de Cuéllar, pero el Sporting empató en los últimos minutos.

Gris despedida del Real Zaragoza ante el Sporting
El Real Zaragoza no maquilla un gris final

La despedida en La Romareda fue como la temporada del Real Zaragoza: triste, gris y decepcionante. Tan solo los jugadores del filial, tanto los que salieron antes del partido a saludar a la afición para celebrar el ascenso como los dos que había incluido Víctor Muñoz en el once, Whalley y Tierno, recibieron aplausos en lugar de abucheos. También se salvó Víctor Rodríguez, indultado de los pitos por el zaragocismo.


Con la grada casi vacía debido a la lamentable campaña, el hartazgo del zaragocismo, la falta de alicientes y la lluvia, el conjunto aragonés logró un punto que tan solo vale para sellar matemáticamente la permanencia. Ni siquiera lograron los blanquillos maquillar el adiós más gris, la que deja al Real Zaragoza por segundo año consecutivo en Segunda -no pasaba desde los años 50- y con un futuro incierto.


Sin Álvaro, sancionado, el técnico aragonés volvió a optar por colocar a Cidoncha en la defensa para poder mantener en la medular a Arzo, pareja de Tierno en el doble pivote. El canterano debutó en Murcia y se ha convertido en fijo para Víctor Muñoz, que no ha encontrado las cualidades que buscaba ni en Paglialunga ni en Acevedo, titulares para Herrera y casi inexistentes para el zaragozano. Pero la principal novedad fue la inclusión en el once titular de Óscar Whalley, portero del filial, que ya había sido convocado con el primer equipo en más de una decena de ocasiones. El guardameta ocupó el puesto de Leo Franco, el único jugador del Real Zaragoza que hasta ahora había disputado todos los partidos, y que con casi total seguridad se marchará a Argentina cuando acabe la temporada. Sin embargo, su debut no fue el soñado.


Era un día de despedidas, y en los primeros minutos las mejores ocasiones fueron para equipo de Víctor Muñoz, que quería evitar con una victoria casi intrascendente la inevitable pitada de la afición. Tuvo una Henríquez, que no acertó en la vaselina, otra Víctor Rodríguez, con un disparo con rosca que se marchó fuera, otra Roger, que no llegó a rematar un buen centro del centrocampista catalán. Pero quizás la más clara fuera también del delantero chileno, que se adelantó a la defensa rojiblanca con un buen desmarque, aunque no logró superar a su último obstáculo, Cuéllar. La falta de puntería, un problema ya conocido, volvió a evitar que el Real Zaragoza marcara el primero.


Tampoco lo hizo el Sporting, que perdió sus mejores opciones entre la defensa local y los fueras de juego. De hecho, el colegiado incluso les anuló un gol a los asturianos por posición ilegal después de que Óscar Whalley fallara en la salida. Pero fue más grave el error de Cuéllar, su homólogo en la portería contraria, en los últimos minutos del primer tiempo. El guardameta, con el balón en los pies, se confió ante la llegada de Roger, que le robó el esférico y la cartera en el borde del área y marcó con la portería vacía. El delantero, cedido por el Levante, sumó su duodécimo gol, la mayoría de ellos logrados a base de lucha e insistencia, algo que no se le puede negar al valenciano.


El Real Zaragoza no sentencia


En la segunda parte de otro mal encuentro, en el que el Sporting tampoco parecía estar jugándose el ascenso, el Real Zaragoza pudo sellar la victoria, pero ni Henríquez, con un disparo a bocajarro, ni Montañés, con un tiro desde el borde del área, ni de nuevo el chileno, que se enredó con el balón cuando estaba casi solo dentro del área pequeña, lograron ampliar la ventaja.


Y lo acabó pagando el conjunto blanquillo, que, como casi siempre, volvió a decepcionar a La Romareda. Cuando solo quedaban tres minutos para el final llegó la jugada que define la temporada del Real Zaragoza: la de la decepción, la de la incapacidad para ganar, la del miedo al éxito. Lo peor es que la sufrió Óscar Whalley, uno de los pocos inocentes en la tragedia zaragocista, al que se le escapó un remate de Bernardo y el balón entró en la portería llorando.


No lloró la afición, que ya no esperaba nada más que el fin del sufrimiento. El final del partido dio paso a lo esperado. Los jugadores recibieron su última dosis de abucheos y, con la salvación lograda, jugarán su último e intrascendente partido en Alcorcón. Pocos estarán el año que viene en Zaragoza, donde queda una afición que solo espera que Agapito Iglesias se marche para que después del verano haya futuro.


Ficha técnica


1 - Real Zaragoza: Whalley; Jose Fernández, Cidoncha, Laguardia, Abraham; Montañés, Arzo, Tierno (Acevedo, min.78), Víctor Rodríguez (Álamo, 83); Henríquez y Roger.


1 - Sporting: Cuellar; Lora, Luis Hernández, Bernardo, Menéndez; Carmona (Jara, min.73), Sergio, Mandi (Barrera, min.77), Joni; Stefan (Pablo, min.70) y Lekic.


Goles: 1-0. Min.40, Cuellar; 1-1. Min.88, Bernardo.


Árbitro: Bikandi Garrido. Amonestó con cartulina amarilla por el Sporting a Mandi y por el Real Zaragoza a Roger, Víctor Rodríguez, Tierno y Arzo.


Incidencias: partido correspondiente a la jornada 41 de la Liga Adelante disputado en el estadio de La Romareda con terreno de juego en buen estado y tarde fresca con lluvia al comienzo ante unos 5.000 espectadores.