El Real Zaragoza ha quedado eliminado de la Copa del Rey en el último suspiro, cuando se habían cumplido los tres minutos de tiempo añadido y ya amenazaba la prórroga. Cruel final -y principio- en esta competición para el Real Zaragoza, que tampoco ha merecido mucho más premio que el Alavés. Los dos equipos ofrecieron poco, pero Viguera se convirtió en verdugo del conjunto de Herrera con un gol de cabeza en el minuto 94 tras un saque de esquina.

Cuando ambos equipos amenazaban a Mendizorroza con el castigo de la prórroga, el delantero libró al fútbol de 30 minutos más de tedio. Con el tiempo cumplido y el descuento agotado, un saque de esquina de Serrano y un remate de Viguera que Alcolea no pudo detener decidieron el partido. Ya no había tiempo para más, por desgracia para los blanquillos y por suerte para quienes ya daban por seguro el tercer acto de este drama.

Real Zaragoza y Alavés firmaron una obra indigna incluso de dos equipos de Segunda y convirtieron en un despropósito su primer partido de Copa del Rey. Cualquiera de los conjuntos podría haber quedado eliminado, pero el gol siempre manda y el conjunto de Natxo González supo aprovechar una de sus pocas oportunidades de marcar.

Alguna más tuvo el Real Zaragoza, que volvió a demostrar su inocencia en el campo del Alavés, un recién ascendido a la división de plata. Es cierto que la principal nota positiva fue la solidez en defensa, pero a la hora de crear fútbol los de Paco Herrera no se encuentran ni en la Liga ni en la Copa. Ni con los suplentes ni con los titulares. Ni con un delantero ni con dos. Los problemas del conjunto blanquillo van más allá de la competición que apadrine el partido, de los futbolistas que jueguen y del sistema que el técnico dibuje en su pizarra.

Tampoco hay efectividad ni goles. El Real Zaragoza encadenó en Mendizorroza su cuarto partido sin marcar. La cuenta anotadora de los aragoneses se hace rápido: un solo tanto en cinco partidos oficiales que dejan las pocas esperanzas del zaragocismo en las botas del joven Henríquez, ausente en los dos últimos encuentros -Alavés y Lugo- por la convocatoria de su selección. Casi a la misma hora en la que su actual equipo se estrenaba en la Copa del Rey, Chile se enfrentaba a España en la localidad suiza de Ginebra. El chileno vio desde el banquillo el duelo entre las dos 'Rojas' y, sin duda, disfrutó de mejor espectáculo que el que el Real Zaragoza ofreció en Mendizorroza.

Muchos cambios, idéntico resultado

Más que el pase a la tercera ronda de esta competición -la segunda para los blanquillos-, el equipo de Paco Herrera buscaba la absolución. Al menos, dejar a un lado una crisis que no ha hecho sino agravarse con la eliminación en el primer partido de Copa. El técnico apostó por una alineación con importantes novedades, en la que tan solo cuatro titulares en el último encuentro -Álvaro, Cortés, Barkero y Roger- compartían once con jugadores menos habituales, como Alcolea, Laguardia, Movilla o Jorge Ortí.

El portero cumplió -tampoco le exigieron demasiado- hasta el minuto 94, cuando pudo hacer algo más para evitar el gol del Alavés, del que también tuvo cierta responsabilidad una defensa propensa a las concesiones en las jugadas a balón parado. Laguardia sí firmó un buen partido y pidió una oportunidad a Herrera, Ortí lo intentó, aunque la mayor parte del encuentro se encontró demasiado solo, y el resto apenas aparecieron. También debutaban el canterano Rico, que sorprendió de forma positiva en el lateral izquierdo, y el último fichaje del Real Zaragoza, el argentino Walter Acevedo. Moisés y García Pitarch lo definieron como un jugador ofensivo, pero el técnico decidió situarlo más atrás, entre la defensa y la línea de cuatro centrocampistas. Finalmente fue sustituido por el canterano Tarsi. La entrada del jugador dejó una de las pocas buenas noticias de la jornada, ya que hasta cinco canteranos coincidieron sobre el terreno de juego: Alcolea, Laguardia, Rico, Tarsi y Jorge Ortí.

Las pocas oportunidades del Real Zaragoza se resumen rápido. Una vaselina de Roger que se perdió en la grada, otro disparo desviado del delantero cedido por el Levante y una carrera de Cidoncha que acabó con un tiro inocente, raso y al centro, que detuvo Crespo sin ningún esfuerzo. En la segunda parte, Movilla avisó con un tiro desde la frontal que el portero del Alavés desvió a saque de esquina. El resto casi no fueron ni ocasiones: un remate de cabeza desviado de Ortí tras centro de Abraham -salió en la segunda parte por Roger y fue expulsado en el 90 por un manotazo en la cara de un rival- y otro de Cidoncha que ni inquietó a la defensa vitoriana. El Alavés apenas había llegado un par de veces, sin demasiado peligro, hasta que marcó el gol a balón parado.

Sin delanteros -Herrera sustituyó a Roger y a Ortí-, sin fútbol, sin goles y sin ni siquiera tiempo para intentarlo, el Real Zaragoza abandonó el césped de Mendizorroza cabizbajo. Si hay que buscar algún alivio entre tanto drama, queda el consuelo de que el conjunto blanquillo ya puede centrarse única y exclusivamente en la Liga. No es un argumento de peso, pero la mejor noticia es que el partido contra el Tenerife -este sábado, a las 18.00 en La Romareda- ya está a la vuelta de la esquina y apenas hay tiempo para pensar en el sabor a desánimo a que ha dejado el mal trago de la Copa del Rey.

Ficha técnica

Deportivo Alavés: Iván Crespo, Unai Medina, Álex Ortiz, Luciano, Nano (Manu García, min. 71), Lázaro (Jaume, min. 19), Schenone, Juanma, Serrano, Viguera y Laborda (Toti, min. 81).

Real Zaragoza: Alcolea, Cortés, Álvaro, Laguardia, Rico, Movilla, Cidoncha, Acevedo (Tarsi, min. 73), Barkero, Roger (Abraham, min. 57) y Jorge Ortí (Porcar, min. 81).

Goles: 1-0, Viguera (min. 94).

Árbitro: Arias López (comité cántabro). Por el Real Zaragoza, amonestó a Cidoncha (min. 73), Abraham (min. 86); y expulsó con tarjeta roja directa a Abraham (min. 89). Por el Alavés, amonestó a Manu García (min. 73), Unai Medina (min. 84).