Real Zaragoza

La descarnada realidad del colista

Desorientado y sin aparente capacidad de reacción, el conjunto aragonés atraviesa por una profundísima crisis deportiva, que le ha ubicado en el cierre de la clasificación. El sábado visita La Romareda el Mallorca...

Celta - Real Zaragoza
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EFE

Una brutal caída deportiva ha acabado por ubicar al Real Zaragoza no sólo en posición de descenso, sino como colista de la Primera División. No es fácil explicar una trayectoria tan demencial como la vivida por el equipo de Manolo Jiménez. Hace cuatro meses, la última vez que el conjunto aragonés se llevó los tres puntos en la presente Liga, el Real Zaragoza manejaba una tarjeta de presentación solvente. Es verdad que no se mostraba fiable en La Romareda; a cambio, sin embargo, era un equipo resolutivo fuera de casa. 


Pero el cambio de año cayó sobre una losa sobre el equipo… y sobre Manolo Jiménez. La realidad muestra hoy una formación triste, timorata, incapaz de ganar a nadie y que se precipita casi sin remedio a la Segunda División. Porque nadie es capaz de frenar su caída.


Hace un año, en una situación todavía más comprometida, el zaragocismo se agarraba a la tabla de salvación que le ofrecía Manolo Jiménez, el héroe indiscutible de una resurrección asombrosa. Pero hoy, hasta la magia del sevillano ha perdido su encanto.


El equipo aragonés es colista merecido y no parece que exista una claridad de ideas para afrontar su delicadísimo momento. ¿Ha de seguir Manolo Jiménez? Al andaluz se le ha ido el equipo de las manos; cuesta entender sus decisiones deportivas; y su discurso se ha tornado rancio y previsible, alejado de la autocrítica… y tal vez de la realidad. Pero, ¿va a mejorar la situación con otro técnico? Nadie es capaz de asegurarlo. Y el de Arahal aún cuenta con un reconocimiento notable del zaragocismo… a pesar de su empeño por dilapidarlo.


De actuar, es preciso hacerlo ya. Y si la decisión ha sido mantener a Jiménez en el banquillo, cuando ha habido argumentos más que suficientes para su recambio, es difícil conocer qué va a ser del futuro del banquillo…


Entre el desconcierto deportivo e institucional, quien se ha mantenido firme y solvente ha sido la afición… que también empieza a estar harta de ver que sus empeños no tienen aprecio y que su ilusión se torna sinsabor jornada a jornada. De forma insistente y contundente.


¿Cuál es su capacidad de sufrimiento? Porque se puede sufrir siempre que se vea un rayo de esperanza; pero cuesta hallarla en este Real Zaragoza.


Es verdad que todo se tornaría de otro color con una victoria. Y el sábado –así es la Liga- se brinda una nueva oportunidad al Real Zaragoza. Ante un Mallorca casi tan necesitado y desesperado como los de Manolo Jiménez. Pero 15 partidos después de la última victoria y con el enfermo en estado de coma… ¿quién tiene fuerzas de encender la ilusión?