Real Zaragoza

Los ojos en la Copa

El Real Zaragoza trata de olvidar su decepción liguera tras encajar su sexta derrota como local volcándose en la que fue su competición favorita.

La Copa del Rey es la competición que vertebra el prestigio del Real Zaragoza. Siempre protagonista en sus épocas más gloriosas, el equipo aragonés quiere utilizar el torneo del 'K.O.' como el analgésico que recupere en el equipo la confianza mermada tras la sexta derrota como local de la temporada. Para ello, nada mejor que avanzar de ronda con La Romareda como testigo. Un estadio que, a buen seguro, presentará buena entrada, pues los abonados podrán acceder al partido presentando su tarjeta.


Bajo la tutela de Manolo Jiménez, la institución blanquilla quiere recuperar la normalidad. Un ambicioso objetivo que debe incluir sí o sí la competición copera en él. Seis temporadas sin pisar los cuartos de final resultan demasiados para una institución que ha levantado el trofeo hasta en seis ocasiones. Un mala dinámica cuya corrección parece más posible gracias al gol logrado por el controvertido Aranda en la ida.


La historia también está del lado aragonés. Hasta la fecha, granotas y blanquillos se han enfrentado en tres eliminatorias coperas, con dos pases de ronda zaragocistas por uno de los valencianos. La primera vez que ambas escuadras se vieron las caras fueron en la campaña 1940/41, que vapuleó a los zaragozanos tanto en la ida (5-3) como en la vuelta (1-4). Posteriormente, tanto en la 1958/59, como en la 1964/65, el conjunto vencedor fue el aragonés. Los dos cruces, curiosamente, en octavos de final. Precedentes a repetir en esta ocasión.


Para lograrlo, Jiménez ha optado por encerrar a sus pupilos, guardando sus cartas hasta la hora del partido. El técnico, además, podría haber firmado una tregua con Carlos Aranda, futbolista al que descartó ante el Betis debido a su intención de abandonar el club en el presente mercado invernal.


El último encuentro disputado por ambos contrincantes, además, hace que los blanquillos no bajen la guardia. La forma en la que los azulgrana se llevaron la victoria en La Romareda, con un solitario gol de Rubén, así como el codazo de David Navarro a Sapunaru, imagen más ilustrativa del duro juego empleado por los valencianos, están muy recientes en la memoria. Señales inequívocas de que la clasificación no será sencilla. Motivos que exigen máxima concentración en una cita de trascendental importancia.