Opinión

El respeto de La Romareda

En esta Liga de horarios imposibles, abre el Real Zaragoza la jornada –y el año- con ese atractivo duelo ante un Betis ubicado en la aristocracia de la Liga y con el sello de gran equipo fuera de casa. Registros que hacen temible al equipo de Mel, más aún ante un Zaragoza que flojea en La Romareda.


Es ésta precisamente, la asignatura pendiente del equipo de Manolo Jiménez: asentarse en La Romareda, descubrir los valores del calor de hogar. Para ello trabaja el sevillano, para eso ha mentalizado a sus hombres, por eso cobra singular relevancia el partido de esta noche.


Recuperar el terreno en casa resulta fundamental para el conjunto blanquillo, que echa de menos esos puntos. A los de Jiménez, que soportan la ruleta de unas horas extrañísimas, se les pide volver a hacer de La Romareda un bastión, un estadio respetado y temible. Año nuevo…


El partido y el rival brindan una oportunidad singular. Se enfrenta el Real Zaragoza a un Betis crecido y efectivo fuera de casa. Una victoria ante la formación verdiblanca garantiza prestigio, empaque deportivo; y supone, además, un salto en la clasificación que permitiría ver la segunda parte de la Liga de otra manera, con tranquilidad y otras aspiraciones.


Y es preciso, además, ante un equipo de solidez como visitante, romper la dinámica en la que el Real Zaragoza se ha metido en La Romareda. Es tiempo de vivir de verdad en el terreno de la tranquilidad. A ganar.