Opinión

Un premio merecido

Selló el gol de Carlos Aranda lo que el Real Zaragoza había merecido a lo largo de todo el partido. El conjunto de Manolo Jiménez se vuelve a casa con un premio importantísimo: una victoria que le da vida en esa Copa del Rey con la que se quiere ilusionar el zaragocismo.


Ni Juan Ignacio Martínez ni Manolo Jiménez pusieron su artillería pesada en el campo. Los azulgranas afrontan la Copa como la tercera competición; y el técnico sevillano del Real Zaragoza quiere brindar oportunidades en el torneo de copero a los que tienen más difícil entrar en la Liga.


Y de salida no se descompuso el cuadro blanquillo. Fue en busca del partido, de acuerdo con ese espíritu del que se ha envuelto la formación. Pero ese ímpetu se fue desinflando, conforme se crecía también el cuadro azulgrana.


El partido se convirtió en un intercambio de golpes que fue incrementándose conforme avanzaba el duelo, convencidos los dos equipos de la posibilidad de marcar, lo que podía encarrilar el encuentro y la eliminatoria. El premio de esa convicción lo recogió el Real Zaragoza de manos de Aranda, que también había sellado la victoria ante el Granada en La Romareda.


Otra vez la puerta a cero, que es noticia en este Real Zaragoza, y una victoria merecida, que el equipo aragonés buscó, por más que a veces se hiciera demasiado el remolón. Un triunfo que supone un paso al frente en la competición copera. Y un partido que nada tendrá que ver con el que el domingo volverán a jugar, en La Romareda (12.00), el Real Zaragoza y el Levante.