El partido de la confirmación

 El Real Zaragozarecibe este lunes la visita del Celta de Vigo con la intención de confirmar la mejoría que ha experimentado en su estadio con un triunfo que le coloque en una situación sin agobios y que le permita mirar más hacia la parte alta de la clasificación que al descenso.

El conjunto que entrena Manolo Jiménez está dejando cada vez mejores sensaciones en sus encuentros, lo que le ha llevado, por primera vez en las últimas temporadas, a una posición en la zona media de la clasificación que quiere mejorar, pensando sobre todo en alejarse todavía más del descenso, que es su primer objetivo.

Además, en el enfrentamiento contra el conjunto vigués los puntos tienen un valor doble pues el Celta es un directo rival en la lucha por la permanencia al que, de vencerle, dejaría siete puntos por debajo.

La plantilla del conjunto aragonés confía en el potencial que está mostrando en las últimas jornadas, en las que ha reaccionado tras unos inicios titubeantes, especialmente en casa, para sacar adelante el encuentro.

El técnico zaragocista sólo tiene la ausencia ya conocida, porque es para lo que resta de temporada, del lateral serbio Ivan Obradovic, tras que esta semana se hayan recuperado de los problemas físicos que sufrían el central holandés Glenn Loovens y el canterano "José Mari" Martín-Bejarano.

El principal problema para el preparador andaluz del Real Zaragoza es que la semana que viene tiene que afrontar tres partidos, el de mañana contra el conjunto gallego, el jueves de Copa del Rey contra el Granada y el domingo, nuevamente de liga, frente al Real Mallorca, por lo que es posible que quiera repartir esfuerzos entre su plantilla en algunos de los tres encuentros, aunque parece que el más propicio para ello sea el de la competición del K.O.

Lo que parece más probable es el regreso de los dos laterales que estuvieron sancionados en la pasada jornada contra el F.C. Barcelona, Sapunaru y Abraham, en detrimento de Goni, que de titular se ha quedado fuera de la convocatoria, y Paredes, así como del delantero Postiga, que en el Camp Nou tuvo descanso y que ocupará el puesto de Aranda.

Manolo Jiménez volverá a su alineación tipo de las últimas jornadas y, según ha confesado este domingo, solo tiene una duda entre cuatro jugadores: Zuculini, Aranda, Romaric y Edu Oriol.

Completan la convocatoria para el partido contra el conjunto vigués Leo Franco, Pinter, Paredes y Alamo.

La mayor preocupación del técnico andaluz es la posible euforia que se respira entre la afición por la buena marcha del equipo, tras unas temporadas en las que ha tocado sufrir mucho, y que ese exceso de confianza no se contagie a la plantilla.

Por su parte, el Celta de Vigo está obligado a puntuar en La Romareda para no prolongar su crisis de resultados, ya que los celestes han encadenado cinco jornadas sin ganar y todavía no han puntuado como visitantes en lo que va de campeonato.

Durante la semana, Paco Herrera ha insistido en la necesidad de que sus jugadores sean más contundentes en el trabajo defensivo porque sus errores infantiles le están costando muchos puntos en este arranque de campeonato.

Para el importante choque ante el Zaragoza, el técnico celeste recupera a dos piezas claves en su sistema defensiva, el central argentino Gustavo Cabral, que se perdió el duelo contra el Mallorca por sanción, y el lateral zurdo Roberto Lago, recuperado de las molestias musculares que le impidieron jugar la pasada jornada.

Ambos serán titulares en una defensa que completarán el internacional venezolano Andrés Túñez y el internacional español sub21 Hugo Mallo, el primero como compañero de Cabral en el centro del eje defensivo y el canterano en el lateral derecho.

Por delante, Borja Oubiña y Alex López volverán a ser los organizadores del juego celeste, ocupando las bandas el internacional argentino Augusto Fernández y el danés Krohn-Dehli.

En la delantera, por detrás del goleador Iago Aspas, el veterano Mario Bermejo podría regresar al once a pesar de que el surcoreano Park Chu Young marcó la semana pasada el gol del empate frente al Mallorca en Balaídos.