Opinión

Ganar por fidelidad

El valor singular de los puntos del encuentro de esta tarde, ante el Deportivo, no permite confianzas. No se parece la cita a aquella eliminatoria de la Recopa, la campaña siguiente a la conquista del título continental, de la gloria de París, cuando los dos equipos defendían prestigio europeo; el Dépor frenó los ímpetus de nuevas gestas blanquillas. Hoy, el objetivo vuelve a ser común, pero el listón ha variado de forma sustancial: se lucha por garantizar el sitio en la élite.


Llega el conjunto gallego muy tocado por la grave crisis que atraviesa, envuelto en muy serios problemas económicos. Cuestión que sin duda pasa factura al vestuario. Pero es algo que no puede ser, de ninguna manera, motivo de confianza para la formación blanquilla. Que, además, ya tiene una contundente experiencia de cómo se vive envuelto en semejante crisis.


Mantiene el Real Zaragoza una línea ascendente que ni siquiera ha variado la visita –y la goleada- al Bernabéu. El conjunto de Manolo Jiménez va adquiriendo un patrón de juego, se define, sabe qué quiere y lo demuestra sobre el terreno de juego.


La obligación del Real Zaragoza es conservar esa línea –de mejoría-, ser fiel a su forma de juego, a las costuras que ha tejido Manolo Jiménez y sacar partido de la indudable protección que le ofrece La Romareda.


Al margen de los caprichos del fútbol –que también cuentan-, está en condiciones de sacar el duelo adelante. Lo que supondría un importante paso en los objetivos del Real Zaragoza. Aunque esa es otra historia; de momento, cuenta ganar.