La renovación de Manolo Jiménez por el Real Zaragoza se encuentra en punto muerto. La cuerda, tensada por ambas partes, permanece más cercana de la ruptura que de atar a ambos extremos para un futuro común. Una cuestión traumática para el zaragocismo, que considera al entrenador andaluz pieza vital para recuperar la estabilidad perdida durante los últimos turbulentos años.

La falta de acuerdo ha hecho llevar a técnico y club a valorar seriamente la opción de que la unión deseada finalmente no suceda. Por ello, en el clásico plan b que todo buen previsor maneja en secreto, han comenzado la búsqueda de alternativas por si todo se fuera al traste. Reacción esperable que, además, sirve para añadir presión al opuesto. Señal inequívoca de que el abismo se encuentra más cercano de lo deseable.

Después del milagro conseguido al frente del conjunto aragonés, el del Arahal ha conseguido relanzar su nombre en el mercado nacional e internacional. El técnico, que dio orden a Carlos Bucero, su representante, de escuchar únicamente a la entidad blanquilla, es requerido por varios clubes extranjeros. Ofertas importantes en el plano económico que podrían seducirle en caso de no poder desarrollar su plan en el Real Zaragoza.

Por parte de la institución aragonesa, ya se han dado las primeras incursiones en el mercado de los entrenadores. Posibles sustitutos que pudieran amortiguar el enfado social que, a buen seguro, se desataría si Jiménez no continuase defendiendo al león rampante. Así, por ejemplo, Radio Zaragoza aseguró que Manolo Preciado habría sido tanteado ya. Una primera ronda de contactos en la que también podrían haber sido tocados otros nombres y que aumentan el nerviosismo entre los que desean la continuidad de Jiménez en el conjunto aragonés.