Real Zaragoza

Leo Franco, Oriol y Zuculini se enganchan en el entrenamiento

El centrocampista catalán se vio envuelto en una discusión entre los dos argentinos que terminó en un conato de pelea. El hecho da muestra de la alta tensión existente en el vestuario zaragocista.

Franco Zuculini
Franco Zuculini
EFE

Máxima tensión en el Real Zaragoza. Tras la derrota en Mallorca, el equipo aragonés se encuentra ante las cuerdas. Una situación que ha estallado en el entrenamiento realizado este martes, con un conato de pelea en el que se han visto involucrados tres jugadores de la plantilla zaragocista. Leo Franco, Zuculini y Edu Oriol se engancharon en un confuso conflicto sucedido en el tramo final de la práctica. Surgido de un desencuentro entre los dos argentinos en el que se vio envuelto el centrocampista catalán.


Para finalizar la sesión, Manolo Jiménez ha programado la celebración de diversos partidillos en espacio reducido. En uno de ellos, tras encajar un gol, Leo Franco fue reprendido por Zuculini, que actuaba como defensa en su mismo equipo. Ofendido por ello, el meta intentó darle un pelotazo a su compatriota, fallando en el intento e impactando el cuero sobre Edu Oriol. Posteriormente, el de Cambrils, fue enganchado del cuello por el portero, momento en el que Zuculini entró para separar de manera enérgica. Tanto que fue expulsado por el técnico con el objetivo de que se calmase. Finalmente, ante los acontecimientos sucedidos, el entrenador decidió reunir a todo el grupo para obligar a los implicados a disculparse unos con otros.


Maurizio Lanzaro, encargado de atender a los medios en la sala de prensa, explicó el incidente de esta manera: “Todo el mundo tiene los nervios al límite. Esto pasa en todos los equipos, sabemos lo importante del domingo y ha habido una pequeña pelea. El míster la ha sabido parar muy bien. Esperemos que los mismos nervios los pongamos el domingo también”.

Día de charlas


Durante toda la sesión, Jiménez se mostró muy interesado en hablar con sus jugadores. En trasmitirles conceptos clave de cara a los próximos compromisos, en los que los aragoneses están obligados a no fallar. Así, el entrenamiento comenzó con un cuarto de hora de retraso, tiempo que el de Arahal empleó para realizar la primera reunión de la mañana. Acto seguido, el grupo tuvo media hora de sesión de vídeo.


Posteriormente, preocupados por el potencial aéreo del Athletic, próximo rival en visitar La Romareda, los zaragozanos realizaron varios ejercicios destinados a mejorar el juego aéreo. Prácticas tras las cuales volvió a haber varias charlas. Además, el míster tuvo tiempo para hablar en privado con Roberto, jugador que parece no encontrarse en su mejor momento de la temporada.


En el entrenamiento estuvo ausente Apoño, con permiso del club. Además, los lesionados Aranda y Obradovic se ejercitaron en solitario, alternando el trabajo en el gimnasio con otro más específico y algo de carrera continua en el caso del malagueño. Del filial participaron en la sesión Alcolea, Joel, Kevin y Ortí.