Almería, un partido con obligaciones inevitables para el Zaragoza ante un rival cianótico

El equipo andaluz recibirá el viernes a los aragoneses (21.00) sumido en una profunda crisis: antepenúltimo, sin ganar desde septiembre y con entrenador nuevo

Natxo González, el pasado sábado en La Romareda delante de su banquillo en el partido frente al Rayo Vallecano.
Natxo González, el pasado sábado en La Romareda delante de su banquillo en el partido frente al Rayo Vallecano.
Aránzazu Navarro

El estabilizado Real Zaragoza, tras su triunfo paliativo ante el Rayo Vallecano del pasado sábado, acomete ahora un partido de singulares características en apenas cinco días: la visita a la UD Almería en el estadio de los Juegos Mediterráneos. Todo por el estado en el que vive (malvive, deportivamente) su rival, ubicado en la cola de la clasificación desde hace varias semanas y sin síntomas de reacción, algo que ha derivado finalmente en la destitución de su entrenador, Luis Miguel Ramis, en la noche de este domingo.

Pese a que, a priori, todo este galimatías en el seno del Almería incita a pensar en ventajas para el Real Zaragoza, Natxo Gonzálezdesde el prisma del rival, va a encontrarse asimismo con los inconvenientes inherentes a estas situaciones de fractura en el rival: la labor de seguimiento previo del Almería perderá, en buena medida, su valor de guía para preparar el partido en el vestuario del Real Zaragoza. El sustituto de Ramis, a partir del entrenamiento del lunes, es, de manera interina, el técnico del filial, Fran Fernández. A estas alturas, no puede asegurarse que este preparador sea quien se siente en el banquillo y prepare el duelo referido del viernes en el campo de los rojiblancos andaluces. Porque, de inmediato tras el despido de Ramis, el director deportivo del Almería, el exzaragocista Miguel Ángel Corona, está ya buscando un relevo con trayectoria y galones que reconduzca la errática marcha del Almería. Habrá que ver qué tiempo se da el Almería para contratar al sustituto real.

El siguiente contrincante del Real Zaragoza ha perdido seis de los últimos siete partidos. Y el otro fue un empate. No gana el Almería desde el 29 de septiembre. Con 12 puntos, está ubicado en la antepenúltima posición en la tabla, con 12 puntos (6 menos que los aragoneses). Solo han marcado 9 goles en 14 partidos, mientras que en su portería han encajado 17. Su bagaje de rentas es esclarecedor del tamaño de su mal: han ganado 3 duelos, empatado otros 3 y la cifra de derrotas alcanza ya las 8.

En este escenario general y con este rival en particular tendrá que enfrentarse el dubitativo Real Zaragoza el viernes, en el primer partido de la jornada 15ª. Por motivos obvios, un compromiso diferente, en el que la personalidad e iniciativa de los zaragocistas tendrá mucho que decir para salir airosos de un lugar caliente y resquebrajado en la categoría en estas fechas de noviembre. Cada año, estas son plazas en las que el momento justo, el discurrir de la competición, obliga varios grados más que en otras más tranquilas a conseguir sacar provecho de la histeria del anfitrión, en este caso el Almería. Con el riesgo de ejercer de 'equipo aspirina', de calmante del adversario en el caso de fallar y no cumplir con las expectativas que, inevitablemente, se generan en torno a un duelo así.

Se trata, por lo tanto, de una nueva dimensión competitiva para los futbolistas del Real Zaragoza. Un guión hasta hoy no afrontado en lo que va de curso. Una nueva prueba de madurez que, por fortuna, llega tras un balsámico éxito ante el Rayo Vallecano que ha aplacado los indicios de zozobra seria en el seno zaragocista. Almería, por todas estas coincidencias que confluyen en estos cinco días que preceden al partido, significará un examen de importancia para evaluar el talante y la progresión que pretende regularizar Natxo González en su plantilla.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión