La Romareda: asignatura pendiente

El Real Zaragoza solo ha sumado 7 de los 18 puntos en juego en casa. Unos números que debe mejorar si quiere escalar en la tabla clasificatoria.

Guti y Verdasca, en el entrenamiento del miércoles en la Ciudad Deportiva. En último término, Cristian Álvarez.
Guti y Verdasca, en el entrenamiento del miércoles en la Ciudad Deportiva. En último término, Cristian Álvarez.
Aránzazu Navarro

Tras la derrota en El Alcoraz del lunes, el Real Zaragoza afronta una mini semana de obligada reflexión sobre los motivos que llevaron al naufragio ante el cuadro oscense. Sin embargo, el nutrido calendario de la categoría de plata jugará en favor del equipo blanquillo y no le permitirá fustigarse demasiado. Los de Natxo González tendrán ocasión de redimirse el sábado en La Romareda, ante el Rayo Vallecano. Una oportunidad no solo para rehacerse del tropiezo en el derbi, sino también para evitar que vuelen más puntos en casa. Es bien sabido que hacer de tu campo un fortín proporciona numerosos réditos –especialmente en una competición tan apretada como la Segunda División–. «Cualquier objetivo que quieras lograr pasa por sacar los partidos en casa», asegura Mikel González.

Cerrar La Romareda es una asignatura que todavía se le atraganta a los zaragocistas, que apenas han sumado 7 de los 18 puntos que se han puesto en juego allí –en cambio, han obtenido más (8) a domicilio–. Parece obvio concluir que las posibilidades de ascenso de los de Natxo González no se pueden sostener con unos guarismos tan bajos. Una victoria, cuatro empates y una derrota es el balance del equipo ante la parroquia blanquilla.

El Zaragoza ha mostrado diferentes caras en las seis jornadas que ha competido como local. Ha probado que es capaz de competir y ganarle a cualquier rival. La solvente victoria (3-0) ante un Numancia que llegaba a la capital aragonesa como líder fue una prueba irrefutable de tal afirmación. Además, el conjunto del león rampante echó el candado a su portería por primera vez ante el cuadro soriano. Aunque, por otro lado, también está exhibiendo cierta incapacidad para abrir las zagas rivales. Un problema a subsanar si se tiene en cuenta la escasa anotación en que se mueven sus partidos como local. La derrota por la mínima ante el Alcorcón bien podría simbolizar los derroteros por los que puede transcurrir un partido tipo en el coliseo zaragocista, considerando el respeto con que numerosos equipos llegan a orillas del Ebro. A pesar de competir durante todo el partido, el equipo blanquillo se atrancó ante una defensa tremendamente ordenada y rocosa en la que no supo entrar. Un guion que se repitió a grandes rasgos en el partido contra la Cultural Leonesa.

No se acaba de coger el tino a la condición de locales. Los empates ante Granada, Nástic y Osasuna así lo prueban. No obstante, hay que reconocer las peculiaridades de cada partido. Solo la falta de puntería impidió una victoria cantada ante los nazaríes en una gran segunda parte y Figueroa Vázquez y su incomprensible expulsión a Borja Iglesias antes del descanso lastraron al Zaragoza en el choque ante el exconjunto de Lluís Carreras. En cuanto al encuentro contra los navarros, la excesiva cautela con que los de Natxo González afrontaron el segundo tiempo puede estar detrás de la igualada final.

La falta de gol es otro de los males endémicos del conjunto blanquillo en La Romareda, donde apenas ha anotado seis goles en seis partidos –tres de Borja de penalti y tres de Toquero–. En dos de esos duelos no se vio puerta y solo en el triunfo ante el Numancia se perforó la portería rival más de una vez. Unas cifras que el Zaragoza pretende revertir para comenzar a hacer de La Romareda un imán de puntos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión