El Real Zaragoza comienza a sentir la presión que le llega desde la parte baja de la clasificación. La escasez de puntos, su paso lento en la adición de rentas, empieza a plasmarse en la foto fija de la tabla. Efecto ineludible y cada vez más nítido según vayan acumulándose las jornadas y el torneo avance en su desarrollo. Tras los partidos ya disputados de la 13ª fecha del calendario liguero, de la que únicamente queda por jugarse el Huesca-Real Zaragoza de este lunes, el equipo zaragocista ha caído al puesto 15º.

Con puntos similares a los de hace un año, obviamente, la clasificación se asemeja a la de entonces. Además, los 15 puntos que tiene en sus alforjas el Real Zaragoza lo equiparan al rival que ocupa la 17ª posición, el Alcorcón. Y lo ubican a solo 3 (a tiro de un partido) de los puestos de descenso a Segunda B, que marcan, con 12 puntos, Lorca y Almería (la que será siguiente salida de los zaragocistas, el día 17).

Las victorias este fin de semana del Nástic de Tarragona en Valladolid (0-3), del Cádiz en Almería (0-2) y del Oviedo ante el líder Lugo (3-2); además de los empates del Albacete en Vallecas (1-1) y de la Leonesa con el Barcelona B (1-1), han supuesto ese visible despeñamiento del Real Zaragoza desde la zona media hasta el 15º puesto provisional, a expensas de lo que hagan los de Natxo González en su compromiso de Huesca. Un duelo que, por motivos que no requieren explicaciones extraordinarias, ha adquirido un valor supremo para los zaragocistas.

Para hacerse una idea del atasco que sufre el Real Zaragoza desde hace un mes, en el que viene caminando de punto en punto, si los de Natxo González logran el mejor de los resultados en Huesca, la victoria, solo lograrán escalar hasta la posición 10ª, igualando con el Tenerife a 18 puntos. Esta es la realidad. Los blanquillos necesitan vencer para seguir en tierras intermedias... para nada más por ahora.

La alternativa a ganar es, sin duda, de peores trazas. No hay que dar demasiados detalles en Zaragoza sobre este tipo de sensaciones por la cátedra que se ha obtenido en todo el zaragocismo al respecto en la última década. Maestros en situaciones de vértigo.

Esta es la clasificación que luce en su pasaporte el Real Zaragoza antes de saltar al césped de El Alcoraz. Y estas son sus desembocaduras según lo que suceda en el estadio del Huesca. Negro sobre blanco. Sin subjetivismos. Sin posibilidad de plantear posturas laudatorias. Solo una salida, el triunfo, eludirá las apreturas en la clasificación para los de Natxo ante la siguiente jornada, en casa ante el Rayo Vallecano.